Biodiversidad

Gobierno de Japón reanuda pesca de ballenas pese a veda

Además, el país se retiró de la Comisión Ballenera Internacional para reanudar la pesca de ballenas

Teorema Ambiental/Redacción

Ciudad de México, 8 de octubre de 2019.— Hace tres años el gobierno de Japón decidió mantener la pesca de ballenas “en nombre de la investigación” y ahora reiteró su postura abierta a seguir capturando cetáceos con el pretexto de que esta práctica “parte de su cultura y debe continuar”, por lo que a partir de julio de este año decidió retirarse de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), el organismo encargado de la conservación de estos majestuosos animales y que prohibió su caza con fines comerciales en 1986.

Según grupos ecologistas, la decisión de Japón, miembro de ese organismo desde 1951, tendrá graves consecuencias, pues de inmediato cazará libremente especies actualmente protegidas por la CBI, como las ballenas minke, aun cuando esta práctica ha sido criticada por los defensores de animales, ya que esta ha provocado que la población disminuya drásticamente.

Mientras que países como Japón, Noruega e Islandia, defienden su cacería como un tema cultural.

Los miembros de la CBI acordaron en 1986 una moratoria para permitir que las poblaciones de ballenas se recuperaran.

Se esperaba que dicha moratoria fuera temporal, hasta que se pudiera llegar a un consenso sobre cuotas de captura sostenibles. Sin embargo, se convirtió en una prohibición casi permanente, por lo que estos países buscan alternativas para volver a la cacería.

Por ello, el gobierno japonés dijo que la CBI no estaba comprometida con uno de sus objetivos, la caza comercial sostenible, y la acusó de centrarse solo en la conservación y decidió mantener esta pesca solo en sus aguas territoriales y en su zona económica exclusiva, al tiempo que se mantendrá lejos del continente Antártico y el Pacífico Sur.

La caza de ballenas es irrelevante para la alimentación de la población asiática. Desde fines de los años cuarenta hasta mediados de los sesenta, la ballena fue fuente principal de la alimentación en Japón. En 1964, el país nipón mató a más de 24 mil ballenas en un año. Actualmente importa carne de otros países, como Australia y Estados Unidos, pero el consumo se ha desplomado en las últimas décadas.

Aunque la carne de ballena representa solo el 0.1 por ciento de toda la carne vendida en Japón, el gobierno nipón sigue promoviendo su consumo mediante festivales y subvenciones estatales.

Japón lleva años cazando ballenas y pone como pretexto la excepción a la prohibición que permite la caza de ballenas con fines científicos. Esto permite que la carne sea vendida posteriormente para consumo.

Cada año entre 200 y mil 200 ballenas han sido capturadas por ese país, bajo el argumento de determinar si están en peligro o no, y por tanto, si la prohibición de la caza comercial puede ser eliminada.

El profesor Atsushi Ishii, de la Universidad de Tohoku, experto en política ambiental, sostiene que es una excusa para subsidiar una industria no rentable, pero políticamente sensible.

Por su parte, la ministra de Relaciones Exteriores de Australia, Marise Payne, y la ministra de Medio Ambiente, Mellisa Price, manifestaron su decepción ante la decisión de Japón. Dijeron que “Australia sigue oponiéndose decididamente a toda forma de caza de ballenas, tanto comercial, como la llamada científica”.

Finalmente, Greenpeace instó al gobierno de Japón reconsiderar su decisión, su director, Sam Annesley, dijo que “está claro que el gobierno está intentando escabullirse en este anuncio a fines de año, lejos de la atención de los medios internacionales, pero el mundo ve esto como lo que es. La declaración de hoy está fuera de sintonía con la comunidad internacional”.

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