Sistemas redujeron el índice de desnutrición aguda en el municipio de Huité de 5.8 a tan sólo 1%; aumentaron la producción de maíz en 25% y el consumo de hortalizas en las familias.
Guatemala.— Sistemas agroforestales aplicados en un municipio de Guatemala con ayuda de la FAO redujeron la desnutrición aguda y la vulnerabilidad ante el cambio climático, afirmó en un comunicado ese organismo mundial.
La nota de la oficina regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se refiere a lo obtenido en el municipio de Huité, departamento oriental de Zacapa.
Allí, señala el texto divulgado aquí, disminuyó de 5.8 a 1.0 por ciento el índice de desnutrición aguda, en tanto aumentó en 25 por ciento la producción de maíz y el consumo de hortalizas.
Durante los últimos seis años los agricultores de aquella zona implementaron dichos programas con el apoyo de la municipalidad y la FAO, a través del guatemalteco Programa Especial de Seguridad Alimentaria (PESA), de acuerdo con la información.
Esos sistemas son un conjunto de tecnologías de manejo de suelo, agua, nutrientes y cultivos agrícolas y forestales, los cuales pueden asegurar la producción sostenible de granos básicos, más eficientes además con los escasos recursos disponibles, explica.
Los resultados ilustran cómo los productores redujeron riesgos de perder las cosechas, aun en periodos de lluvia excesiva o de calor extremo, según el representante regional de la FAO, José Graziano da Silva.
Por su parte, el coordinador nacional del PESA en Guatemala, Mario Chamalé, destacó la superioridad de esos sistemas sobre los tradicionales porque la población puede aumentar el número de meses con disponibilidad y reserva de alimentos a menor costo.
Recuerda la nota que Guatemala es uno de los diez países del mundo con mayor vulnerabilidad al cambio climático por su exposición geográfica, bajos ingresos y mayor dependencia a sectores altamente sensibles, como es la agricultura.
Las 400 familias de Huité que adoptaron la llamada agroforestería como práctica de adaptación durante la sequía de 2009 tuvieron pérdidas de cosechas de 40 a 50 por ciento menores a las que aún no la aplicaban, ejemplifica.
Fuente: Prensa Latina
