Especies

T-Rex bebé nacía de huevos de colores y tenía plumas

Además, descubrieron que sus extremidades superiores eran mucho más pequeñas de lo que se pensaba

Teorema Ambiental/Redacción

El Museo de Historia Natural de Nueva York, celebró su 150 aniversario con una exhibición vasta sobre los descubrimientos más recientes sobre el tiranosaurio Rex, entre ellos, su inusitada apariencia como bebé, pues recientemente un grupo de científicos descubrió que contaban con plumas y que sus extremidades superiores eran mucho más pequeñas de lo que se pensaba.

También encontraron que su visión, olfato y oído estaban tan desarrollados que eran una máquina de matar perfecta. “Pero al nacer era un adorable polluelo, capaz de engordar hasta 63 kilos en un solo mes mientras se convertía en un enorme adulto que se situaba en lo alto de la cadena alimenticia”, explicó la presidenta de la institución, Ellen Futter, durante la inauguración de la exposición “T-Rex: The Ultimate Predator”.

Según Gregory Erickson, científico del Museo de Historia Natural de Nueva York y paleobiólogo de la Universidad del Estado de Florida, esta exposición es “una perspectiva fresca” de esta popular especie extinta.

t-rex

“Es increíble lo que hemos aprendido del T Rex. A principios de los años noventa no sabíamos prácticamente nada de su biología y ahora sabemos que vivía hasta los 28 años”, detalló Erickson, quien dijo que la muestra es el resultado de más de un siglo de investigación.

Las plumas, la característica física más llamativa presentada, servían al T Rex para camuflarse y como abrigo, y aunque los científicos no han llegado a encontrar muestras del plumaje en los esqueletos, sí tienen evidencias con sus parientes.

“Igual que nunca se encontró pelo sobre un australopitecos pero se sabía que lo tenían por los chimpancés”, señaló el curador de la muestra, Mark Norell.

La muestra también explica la potencia como depredador de este dinosaurio que tenía mandíbulas capaces de destruir huesos con su potencia de mordida de más de cuatro toneladas.

Sus brazos, por otra parte, eran tan pequeños que eran inútiles en la práctica, y dependía de su afilada dentadura para alimentarse y sobrevivir, por lo que el T Rex era capaz de regenerar constantemente sus dientes en su etapa adulta.

Sin embargo, aún se desconoce el sonido de su rugido, pues no se tiene ninguna pista real, lo mismo el color de sus plumas.

Los nuevos hallazgos han sido cristalizados mediante las nuevas técnicas químicas y médicas que se aplicaron al T Rex, como si era posible que tuvieran huevos de colores, contó la investigadora del Museo de Historia Natural de Nueva York, Jasmina Wiemann, paleobióloga molecular de la Universidad de Yale.

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