Especies

¿Se puede adoptar una planta en peligro de extinción?

Se trata de un programa que podría darle a plantas mexicanas la posibilidad de sobrevivir en los próximos años

Teorema Ambiental/Redacción

adoptar-plantaEl Jardín Botánico del Instituto de Biología de la UNAM (IB), ubicado en la Reserva Ecológica de Ciudad Universitaria al sur de esta ciudad, diseñó un programa para que cualquier persona pueda adoptar una planta que en los próximos años podría desaparecer. Se trata del Centro de Adopción de Plantas Mexicanas en Peligro de Extinción.

Suculentas, cactáceas, crasuláceas, orquídeas y agaves son algunas de las especies entre las que se puede elegir. El “padre” o la “madre” adoptivo paga una cuota de recuperación y adquiere un certificado de adopción, en el que se especifica la especie, de dónde viene y sus características como cuántos centímetros crecerá, de qué color serán sus flores, así como los cuidados básicos que requiere (riego, exposición a la luz, fertilización), entre otros datos.

Los adoptantes adquieren el compromiso de cuidar de ella, pero no están solos: el Jardín Botánico les ofrece una Escuela para Padres, donde se brindan talleres sobre todo lo que necesitan saber para cumplir su papel, y una Clínica de Plantas, donde serán atendidas las que presenten alguna anomalía.

Este proyecto nace en 2013, bajo la jefatura del doctor Javier Caballero Nieto, en coordinación con su equipo de trabajo, quienes analizaron hasta dónde había llegado el Jardín Botánico en sus programas de propagación y conservación, y decidieron aprovechar toda la experiencia acumulada a través de sus más de 30 años de existencia.

La bióloga Linda Balcázar Sol, coordinadora del área de Difusión del jardín, señaló que, de 2013 a la fecha, este centro ha dado en adopción más de 24 mil plantas de más de 110 especies, distribuidas entre cerca de 20 mil “padres”.

Explicó que factores como los fríos o calores extremos pueden matar poblaciones completas, o situaciones como una inundación o la construcción de una carretera. “En ese momento, los ‘padres’ adoptivos serían los héroes, porque ellos podrían dar esta parte del germoplasma y nosotros hacer un programa de recuperación y de propagación para poder introducirla de nuevo al hábitat natural.”

Todas las plantas son muy fáciles de cuidar porque se adaptan muy bien en una zona urbana (toleran niveles de contaminación altos), requieren poco cuidado, no necesita riego diario, cada 20 o 30 días, y ocupan poco espacio.

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