Especies

Oso negro americano

Oso negro americano
Ursus americanus
Pallas, 1780

En una época como la actual, en que la mayoría de las poblaciones silvestres amenazadas necesitan la intervención intensiva del hombre para su conservación, el caso del oso negro (Ursus americanus) en México ha sido una sorpresa desafortunada, pues en años recientes se ha registrado un decremento de la población de esta especie que hace 30 años estuvo al borde de la extinción.

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El oso negro es uno de los carnívoros de mayor tamaño que pueden encontrarse en México (longitud total: 1,300-2,000 mm; longitud de la cola: 100-130 mm; longitud de la pata trasera: 215-280 mm; longitud de la oreja: 120-140 mm; peso: 100-250 kg). Su aspecto es muy similar al del oso plateado, aunque se diferencia de éste en que no presenta joroba, en que sus garras son cortas, negras y ganchudas (menos de 50 mm de longitud) y en que el perfil de su rostro es recto y no cóncavo como en el oso plateado.

Como su nombre lo indica, el color predominante de su pelaje es negro (excepto alrededor del hocico, donde regularmente es color miel), aunque los hay también de color café oscuro y color canela. Se ha observado que, sin embargo, en México estas variaciones en el color son casi exclusivas de las poblaciones que habitan en el occidente, siendo muy raras entre los osos negros de la subespecie eremicus.

Distribución

Estados: Coahuila, Chihuahua, Durango, Jalisco, Nuevo León, Sinaloa, Sonora y Tamaulipas.

Esta especie habita exclusivamente en Norteamérica, en zonas templadas y frías, desde el norte de Alaska y Canadá, hasta el centro de México, donde se ha documentado su presencia en los bosques templados de las sierras Madre Occidental y Oriental y en las sierras adyacentes (Leopold, 1959).

Tipos de vegetación

Se le ha encontrado principalmente en bosques de coníferas, en bosques de encinos y en pastizales áridos (Baker, 1956; Leopold, 1959).

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