Especies

La vainilla mexicana reclama sus origines en la sierra de Otontepec

México fue el principal productor del mundo, actualmente es el último

Teorema Ambiental/Redacción

En Veracruz, yace un proyecto que busca reactivar la producción de vainilla en México y a su vez proteger la biodiversidad de los bosques de niebla en la Reserva de la Sierra de Otontepec, en la región norte del estado.

Desde 2002 Fundación Pedro y Elena Hernández, AC, implanta proyectos en dichas comunidades, buscando detener el deterioro ambiental, a partir de un enfoque sistémico, integral y de paisaje.

Con este emprendimiento se busca preservar el área natural protegida, apoyando proyectos productivos y formando un cinturón de economías sostenibles que ayuden a mejorar la calidad de vida de los pobladores que viven a las laderas de la reserva de la sierra y a su vez proteger y aumentar las áreas forestadas. Todo este proyecto gira alrededor de la producción de vainilla, uno de los productos agroindustriales más valorados del mundo y originario de esta zona.

La vainilla es una orquídea mexicana que requiere de un árbol tutor para crecer y lograr sus nutrientes, lo que genera una simbiosis entre la preservación de los bosques de la sierra y las economías locales que gozan de los frutos de esta valorada orquídea. Su nombre proviene del náhuatl tlilxochitl, tilli, negro, y xochitl, flor, es decir, flor negra.

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Al día de hoy, Fundación Pedro y Elena Hernández ha apoyado a los ejidatarios de la zona con cuatro mil 704 orquídeas de vainilla, mejor conocidos como esquejes, adicionalmente en su estación de campo cuenta con otros 956 esquejes que funcionan como un laboratorio vivo para perfeccionar las técnicas de cuidado y aprovechamiento que luego se implantarán en los huertos de cada productor.

El proyecto ya beneficia a más de 94 productores, generando ingreso adicional a 376 familias en ocho ejidos que rodean la sierra de Otontepec en los municipios de: Citlaltepetl, Chontla, Tancoco, Cerro Azul y Tepezintla.

Al respecto, Alberto Labastida, director general de la Fundación Pedro y Elena Hernández, comentó: “Hay que seguir promoviendo la producción doméstica de vainilla y otros productos con alto valor. El mercado da para todos y creo que si nos convertimos en una zona productora de vainilla existirá mucha prosperidad, empleo y bienestar para las familias.”

Los apoyos de la fundación no se limitan a asesoría técnica y donación de esquejes, su participación se ha extendido a la cadena productiva al ayudar a los productores en el proceso de beneficio de la vainilla y a la colocación del producto final con algunos de los chefs y restaurantes más reconocidos del país.

También se les enseña a los productores a procesar la vainilla y no vender las vainas en verde a un intermediario ya que las ganancias por las vainas refinadas se vuelven infinitamente mayores. Cada kilo de vainilla en verde se vende en el mercado por tan solo 500 pesos, mientras que el kilo de vainilla beneficiada alcanza un precio promedio de al menos ocho mil 500 pesos por kilo. Es esta ganancia abismal la cual se logra mantener en las manos de los productores al beneficiar la vainilla en la estación de campo de la fundación y exentar a los intermediarios de la cadena de valor.

Pero el proyecto no se queda aquí, durante 2019 fundación Pedro y Elena Hernández pretende colocaran siete mil 500 nuevos esquejes de vainilla gracias a los apoyos del premio Cemex-Tec y otros tres mil 500 esquejes que serán donados gracias al apoyo de Fomento Social Banamex.

Es con estos proyectos que la vainilla reclama su originen y busca recuperar su orgullo en tierras mexicanas.

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