Especies

Grandes felinos, víctimas de la medicina tradicional asiática

Investigación destaca el grave peligro que enfrentan leones y tigres como resultado del comercio ilegal y la caza furtiva

Teorema Ambiental/Redacción

World Animal Protection completó su primera investigación sobre la cadena de suministro para abastecer la enorme demanda de grandes felinos para la medicina tradicional china, como el vino de hueso del tigre y otros derivados utilizados en esta práctica. Tales productos son populares en Asia pese a que se ha comprobado científicamente que no tienen beneficios médicos.

La investigación expone que leones en Sudáfrica y tigres en Asia, son criados en cautiverio para alimentar la demanda en condiciones indignas, pues son sometidos a malos tratos como estar enjaulados en pequeños recintos, como si fueran granjas de producción intensiva. En Asia, hileras de celdas y ambientes estériles albergan a cientos de tigres y leones. En Sudáfrica, los leones cachorros son vistos paseando alrededor llorando, y en otra imagen, se muestra a un león cachorro inmóvil deformado porque ha perdido extremidades debido a la endogamia.

Sobre la cadena de suministro, la investigación muestra que:

• En Vietnam, cuatro de cada cinco consumidores de la medicina tradicional asiática (89 por ciento) creen firmemente en estos productos médicos no probados que están hechos de tigres y leones, y una cuarta parte de su población utiliza productos de vida silvestre como “parches de bálsamo de tigre” y “vino de hueso de tigre”.
• De las personas que consumen estos productos en Vietnam, nueve de cada diez personas (84 por ciento) prefieren productos de grandes felinos que hayan sido capturados en su hábitat natural, a los que son criados en cautiverio.
• En China, dos de cada cinco personas (40 por ciento) encuestadas habían consumido medicamentos o productos de salud que contenían productos de grandes felinos.
• Más de la mitad (55 por ciento) de los consumidores chinos preferirían que los productos de sus grandes felinos fueran de origen silvestre, con el 72 por ciento afirmando que los productos de animales capturados en la naturaleza son más potentes, que de los animales que han sido criados en granjas y en cautiverio.

Esto comprueba que la cría de grandes felinos está alimentando una demanda, que a la vez está impulsando la caza furtiva de grandes felinos salvajes, tales como leopardos, tigres, jaguares y leones.

En los ranchos de Sudáfrica, los grandes felinos, principalmente los leones cachorros, nacen en una vida de explotación. Algunos son arrebatados de sus madres en la naturaleza y muchos nacen en instalaciones de cría.

Estos comienzan sus vidas en granjas de mascotas, y luego una vez juveniles, se usan para experiencias como “caminar con leones”. Sus vidas luego toman un giro mortal cuando son trasladados a las granjas de caza donde se realiza la “caza enlatada” en la que sus pieles y cabezas se toman como trofeos y los huesos se exportan legalmente a Asia a través de la cuota de esqueletos de león, que es exclusiva en Sudáfrica.

Así se complementa el comercio ilegal de productos de hueso de tigre, donde se transforma en medicamentos y vinos.

En China, granjas de tipo industriales tienen filas y filas de celdas diminutas que albergan grandes felinos, los cuales llevan una vida miserable pues solo proporcionan las necesidades mínimas para que los felinos sobrevivan, como alimentos y agua, por lo que muchos animales están demacrados.

Además, numerosos lugares de entretenimiento ofrecen oportunidades para ver a los tigres actuar en espectáculos y tomarse fotografías con ellos. En algunos de estos lugares, también puede comprar productos de tigre.

Al respecto, el Dr. Jan Schmidt-Burbach, asesor global de Vida Silvestre de World Animal Protection, dijo: “¿La vida de un animal no significa nada en absoluto? Estos grandes felinos son explotados por codicia y dinero, ¿y para qué? Para una medicina que nunca ha demostrado tener propiedades curativas en absoluto. Por esta sola razón es inaceptable. Pero dado que en cada etapa de sus vidas sufren inmensamente, esto lo convierte en una atrocidad en absoluto.”

Y agregó: “Muchos de estos animales solo verán el mundo a través de barras de metal, solo sentirán el concreto duro debajo de sus patas y nunca podrán experimentar su instinto depredador más básico: la caza. En lugar de eso, son apartados de sus madres cuando son pequeños cachorros y se les obliga a interactuar con personas. También, deben realizar trucos para que luego las personas puedan dispararles y matarlos para que sus cuerpos puedan ser utilizados para obtener productos.”

“Esta no debería ser la vida de estos increíbles animales, no son juguetes y no son medicina. Los grandes felinos son animales silvestres y merecen vivir una vida que valga la pena vivir”, lamentó.

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