Especies

Estudian estrategias contra el pez león

Desde 2011, el especialista desarrolla un proyecto que pretende contribuir a la generación de conocimiento sobre la evaluación del efecto ecológico del pez león

estudian-estrategMéxico, D.F.— La introducción del pez león (Pterois volitans/milescomplex) en el océano Atlántico es considerada como uno de los mayores desastres ecológicos de los últimos 20 años, según estudios de José Adán Caballero Vázquez, investigador de la Unidad de Ciencias del Agua del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), que forma parte del Sistema de Centros Públicos de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Desde 2011, el especialista desarrolla un proyecto que pretende contribuir a la generación de conocimiento sobre la evaluación del efecto ecológico del pez león sobre las comunidades ícticas naturales del Caribe mexicano, para cuantificar el daño de la invasión de esta especie que “llegó para quedarse” y proponer estrategias para hacer frente a sus efectos.

“El impacto es fuerte, es un depredador voraz que se alimenta no solamente de especies arrecifales de importancia ecológica, sino también de muchas de importancia comercial, sobre todo en estadios juveniles, como meros, pargos, entre otras. El efecto en cada una de las regiones es muy fuerte”, expresó el investigador.

Y es que explicó que si de por sí muchas de las zonas de pesca y cooperativas pesqueras de la región presentan algún nivel de estrés, el efecto de la depredación que tiene el pez león sobre estas especies agrava mucho más la problemática: “Hay investigaciones catastróficas que han determinado que puede disminuir o acabar por completo la biodiversidad de algunos sitios por el efecto de la invasión de esta especie.”

El origen de la amenaza

El pez león es una especie exótica de amplia importancia en la acuarofilia, proveniente del Indo-Pacífico, que en las zonas de invasión aún no cuenta con depredadores naturales. Tiene un crecimiento corporal acelerado debido a que su tasa de reproducción es muy alta (hasta 30 mil huevecillos por periodo reproductivo). Es un carnívoro generalista que se alimenta de peces de importancia comercial y ecológica, crustáceos y moluscos, situación que lo ha llevado a establecerse con éxito en toda la región del gran Caribe, incluyendo el Caribe mexicano.

Para el investigador, existen varias teorías que indican la manera en que el pez león fue introducido a la región; no obstante, se inclina por las versiones de que su ingreso se dio por medio de los barcos cargueros o también por liberación, intencionada o no, de los acuaristas, pues es una de las principales especies en los acuarios.

Hoy en día, el pez león se encuentra en casi todos los hábitats marinos a lo largo del sureste de Estados Unidos, el Golfo de México y el gran Caribe, incluyendo algunas zonas de pastizales, arenales y zonas de manglar.

Según Caballero Vázquez, los arrecifes del Caribe mexicano se han visto afectados por esta invasión, lo que amenaza la integridad y biodiversidad, tanto local como regional, de la zona: “Los arrecifes coralinos son ecosistemas altamente productivos, valiosos y al mismo tiempo muy frágiles. Se encuentran amenazados por diversas causas, como la contaminación, los efectos del cambio climático y la sobrepesca; aunado a lo anterior, la invasión del pez león los convierte en un ecosistema altamente vulnerable.”

Además, en la zona norte de Quintana Roo, frente al Área Natural Protegida de Isla Mujeres se localiza el Sistema Laguna Chacmuchuch y en las zonas de conexión de la laguna con la parte marina, han registrado una gran cantidad de especies de pez león en las raíces del sistema de manglar que borda la entrada de la laguna. Estos sitios funcionan como “guardería” donde muchas de las especies arrecifales en estadios larvarios y juveniles se resguardan y alimentan, y una vez que alcanzan ciertas tallas, salen y se asientan en las zonas arrecifales. Por lo que valorar y analizar el efecto que puede tener el pez león en estas zonas de reclutamiento y guardería es muy importante para las propuestas de control y manejo de la invasión, dijo el investigador.

Para el especialista, los “efectos de cascada” que provoca la especie son uno de los principales problemas ecológicos, pues altera y modifica la cadena alimenticia, ya que al ser depredador puede llegar a disminuir la población de peces herbívoros, los cuales a su vez actúan como controladores del crecimiento de algas, como los peces loro, lo que finalmente afectará el buen estado de los arrecifes de coral; tal es el caso de Acropora palmata y Acropora cervicornis, especies listadas en la NOM-059-SEMARNAT-2010, es decir, catalogadas como en riesgo de extinción.

Del arrecife al platillo

Con este marco, el especialista trabaja en conjunto con diversas instancias, como El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) y otros centros de investigación y universidades, además de la colaboración con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), península de Yucatán, quienes han unido esfuerzos para enfrentar la problemática.

Uno de sus principales objetivos es establecer una estrategia regional para el control y manejo del pez león. “Lo que buscamos es una estrategia o protocolo que puedan manejar al mismo nivel tanto los investigadores, manejadores de ANP, pescadores, prestadores de servicios turísticos y cualquier gente que quisiera acudir a esta estrategia”, explicó.

Dentro de esta iniciativa, lo que se busca es aprovechar la especie de manera integral y en todas las formas posibles. Una forma es a través del consumo humano, pues es una especie con características alimenticias importantes, y promover que en todos los restaurantes de la zona e incluso en otras regiones se pueda vender como un platillo.

“La capacidad reproductiva que tiene la especie es enorme, por lo que cualquier actividad es relevante para apoyar su control y manejo. Dentro de esta estrategia, lo que se busca es aprovechar la especie en todas las formas habidas y por haber”, aseveró Caballero Vázquez, quien es doctor en Ciencias Marinas egresado del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

En este caso, recientemente coordinó una iniciativa de tres estudiantes del CICY que participaron en una convocatoria de emprendimiento con una propuesta denominada “El pez león, del arrecife al platillo”, con la cual buscaban establecer un plan de negocios y un análisis de factibilidad financiera para desarrollar una metodología para que el filete de pez león se pudiera envasar al alto vacío, con el objetivo de poder exportarlo a cualquier lugar del mundo.

Buscan además incentivar algunas certificaciones tipo Sello Verde, para fomentar el interés de pesca, captura y comercialización del pez león. Con esta certificación se pretende el consumo de la especie para con ello apoyar la conservación y protección de la diversidad de la zona.

Otra propuesta de mercado es la elaboración de artesanías, la utilización de aletas para elaborar aretes y collares, la piel para productos comestibles (frituras), productos alimenticios como embutidos o chorizo. Además de la elaboración de harinas de pez león para alimento de otras especies en acuicultura, o el aprovechamiento biomédico de la especie, en la búsqueda de lograr un aprovechamiento integral de la especie para incentivar y fomentar a las cooperativas pesqueras y las comunidades locales y regionales.

En conjunto con la Escuela de Gastronomía de la Universidad del Caribe en Cancún, han realizado talleres de capacitación sobre técnicas de captura en campo y manipulación de organismos en laboratorio, y ellos les han compartido a su vez información sobre la preparación de diferentes platillos. Además, están por publicar el libro Antología de recetas, que son generadas y preparadas por los estudiantes, fomentando así la difusión de la investigación y el consumo.

“El único camino para tener éxito en la búsqueda del control y manejo (del pez león) es que todos los involucrados nos organicemos bajo una estrategia única y regional, que nos apoyemos mutuamente. Se necesita educación, información y divulgación de la investigación realizada, así como reglamentar y establecer una actividad pesquera específica de la especie, tendiente a aprovechar y controlar la población a través de la captura de los organismos con métodos eficaces y coordinados”, concluyó el investigador.

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Fuente: Conacyt

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