El tamaño del lobo mexicano varía entre 1 y 1.2 metros de largo total y su altura a la cruz es de 60 a 80 centímetros
Ciudad de México.— El lobo mexicano (Canis lupus baileyi) es similar a un perro pequeño, posee un cuerpo esbelto, su cabeza es angosta con un cráneo largo y anguloso, de orejas grandes, rectas y con la punta redondeada, la cola es proporcionalmente larga al cuerpo y está cubierta por pelo denso, sus patas son alargadas, esbeltas y con cojinetes anchos.
El lobo es de color café amarillento a café grisáceo, su pelo presenta diferente coloración, en los hombros y en el dorso la punta de los pelos es oscura, y en la parte inferior es de color claro. El tamaño del lobo mexicano varía entre 1 y 1.2 metros de largo total y su altura a la cruz es de 60 a 80 centímetros. Los machos pesan en promedio 30 y 40 kilogramos, y las hembras, entre 25 y 30 kilogramos.
Estos animales poseen glándulas que producen olores individuales en la base de la cola, en los ojos, en los genitales, en la piel y entre los dedos. Marcan su territorio con la orina y con las excretas. Su dentadura es idéntica a la de los perros y está compuesta de incisivos, caninos, premolares y molares, en un total de 42 piezas.
La distribución del lobo mexicano se extendía en el suroeste de Estados Unidos, Arizona, Nuevo México y Texas; y en México en la Sierra Madre Occidental, Sonora, Chihuahua, Durango, Sinaloa, Zacatecas y Jalisco; la Sierra Madre Oriental, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro e Hidalgo; el Eje Neovolcánico, Estado de México, Morelos, Puebla, y en las montañas de Oaxaca.
Registros históricos muestran que esta especie era relativamente escasa en el suroeste de Norteamérica. En la década de 1950 se encontró una población en San Luis Potosí, y para la siguiente década sus poblaciones eran escasas y aisladas, solo quedaban dos regiones con lobos: la Sierra Madre Occidental y en las montañas áridas del este de Chihuahua y oeste de Coahuila. Recientemente fueron avistadas cuatro crías de lobo mexicano nacidas en vida silvestre en el estado de Chihuahua. Las crías son producto de la pareja M1215 y F1033, liberada en diciembre de 2013 y que procrearon a los lobeznos nacidos en 2014 y 2015. De esta manera la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) ha trabajado a través de programas de conservación y reintroducción de esta subespecie, después de haber estado prácticamente extinta en estado de libertad. Con este nacimiento, la población del lobo mexicano en vida silvestre ha alcanzado los 21 ejemplares.
Fuente: Teorema Ambiental, imagen
