Especies

Centro mexicano inicia programas de reproducción de águila real y arpía

El programa forma parte de la conservación y reproducción de estas aves

CIUDAD DE MÉXICO.— El águila real, cuya imagen está plasmada en el Escudo Nacional, y el águila arpía, la más grande del mundo, solían surcar con señorío los cielos de nuestro país.

La destrucción de su hábitat y la caza furtiva han reducido sus poblaciones a niveles dramáticos, de tal suerte que a la fecha es más viable apreciarlas en cautiverio.

“En México tenemos avistamientos de águila real, pero no tenemos un censo que nos diga cuántas águilas reales tenemos; en el caso del águila arpía, desde hace varios años no tenemos un avistamiento confiable que nos diga si existe águila arpía en México, muy probablemente está extinta en México”, comentó Óscar Escobedo Correa, director científico de El Nido.

No obstante este espacio de ocho mil metros cuadrados está lejos de ser una prisión. Se llama El Nido, se encuentra en Ixtapaluca, Estado de México, y es el refugio de aves más grande de América Latina y uno de los más importantes del mundo.

Como parte de sus esfuerzos a favor de la conservación, comenzó un programa de reproducción de águila real y águila arpía, que aspira a recuperar poco a poco sus poblaciones.

Esperan repetir el éxito que han tenido en la reproducción del quetzal, otra ave emblemática del país que ya no es posible admirar en vida libre.

“Tener la oportunidad de ver al quetzal, de conocer a lo que los aztecas decían, era el enviado de Quetzalcóatl, de vivir su entorno que es toda la recreación de los ecosistemas que estamos viendo”, dijo César Mendoza González, coordinador de capacitación de El Nido.

En ocho años, han logrado propiciar el nacimiento de nueve quetzales, en un área de incubación.

Este espacio es hogar de tres mil ejemplares de 320 especies de aves, propias de los cinco continentes; cuenta con un área abierta al público.

“El contacto con las aves, el llevarse una experiencia magnífica, el poder ver a muchísimas aves y otros animales, ésa es la gran experiencia que se van a llevar para toda la vida”, añadió Escobedo Correa.

“Ver en vivo a los animales es lo que nos ayuda para que se comience a modificar o crear una conciencia de conservación”, agregó Mendoza González.

El lugar opera desde hace 20 años, los siete días de la semana, incluso en días festivos.

Fuente: Once Noticias

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