La cabra Astor Markhor es endémica de este país asiático, por lo que el gobierno otorga permisos restringidos para cazarla de manera controlada
Teorema Ambiental/Redacción
El cazador estadounidense Bryan Kinsel Harlan tuvo que pagar 110 mil dólares al gobierno de Pakistán para obtener un permiso para cazar legalmente a una cabra de la especie Astor Markhor, considerada un animal endémico de este país y que es apreciado por sus particulares cuernos.
El animal fue cazado el pasado 4 de febrero de 2019, y el cazador difundió los hechos en redes sociales y posando junto al cuerpo inerte de la cabra, que hasta 2011 era considerada una especie en extinción.
El gobierno pakistaní realizó una serie de esfuerzos para recuperar la especie, que actualmente se cataloga como «Preocupación Menor» en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN, por sus siglas en inglés). Actualmente se estiman unos cinco mil 700 ejemplares vivos, lo que permite la caza controlada.
Según las leyes, los ciudadanos locales no pueden cazar a estas cabras, pero se permite a un pequeño número de extranjeros que maten 12 ejemplares machos por temporada en “áreas de conservación comunitaria” que se ubiquen el Gilgit y otros lugares de Pakistán. De los ingresos que se obtienen por los permisos para matar a los animales, el 80 por ciento se destina a comunidades locales y el 20 por ciento restante a organizaciones que protegen la vida silvestre.
Gilgit es una región famosa por sus expediciones de montañismo.
Luego de ejecutar a la cabra, las imágenes muestran al cazador saludando emocionado a los guías de la expedición y posteriormente toma al animal por los cuernos. Además, afirmó que se trató de un “tiro fácil y cercano” y dijo sentirse complacido de su trofeo.
El dinero del permiso, es el precio más alto registrado hasta la fecha por asesinar un animal amenazado. Sin embargo, es el tercer ciudadano estadounidense multado con al menos 100 mil dólares en lo que va del año.
El video había causado rechazo mundial, con reacciones de organizaciones defensoras de animales como PETA que cuestionó el 12 de febrero: “las cabras son individuos apacibles, no trofeos”. Además, los mismos ciudadanos de Pakistán insisten en prohibir la caza de cabras.
Hasta el 5 de febrero de 2019, unos 50 animales silvestres en Pakistán fueron cazados por extranjeros, pero autoridades de Pakistán y grupos dedicados a la conservación de especies sostienen que la práctica de exigir un pago para otorgar permisos para cazar especies raras ha ayudado a salvar a esta especie de la extinción.
