Su tinta se ha usado por más de mil años para teñir prendas de vestir de algodón o lana, con alto valor cultural que han recorrido el mundo
Teorema Ambiental/Redacción
El caracol Plicopurpura pansa es un molusco que habita en la costa del Pacífico desde Baja California hasta Perú e islas Galápagos. Como mecanismo de defensa, produce un fluido que, en presencia de luz y oxígeno, forma un tinte de color púrpura.
En las costas de Oaxaca, artesanos de diversos grupos étnicos —chontales, huaves, nahuas, zapotecos y mixtecos— trepan los acantilados para ordeñar a esta especie que se encuentra adherida a las rocas arriba de la marea, donde recibe la brisa marina.
Te puede interesar: Caracol púrpura, la extinción de una tradición milenaria
Su tinte ha sido empleado para teñir prendas de vestir con alto valor cultural que han recorrido el mundo en bordados sobre algodón o en lana tejida en telar de cintura.
Al inicio de los años ochenta y hasta la mitad esa década, compañías japonesas ejercieron una explotación industrial que redujo su abundancia en las costas oaxaqueñas, lo que ocasionó que el gobierno prohibiera su explotación industrial.
Te puede interesar: Cambio climático y depredación, principales amenazas del caracol púrpura
Esta especie está sujeta a protección especial por la NOM-059-SEMARNAT-2010 y listada entre las 372 prioritarias, según el acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación el 5 de marzo de 2014.