Biodiversidad

Encuentran 52 especies nuevas en zona marina de Indonesia

Esta riqueza biológica se encuentra amenazada por la sobrepesca con dinamita y cianuro

Dos expediciones de la organización Conservación Internacional al corazón del “Triángulo de Coral”, en Asia, descubrieron la zona con mayor biodiversidad marina del mundo. En las calientes aguas de Papúa, en Indonesia, nadan desconocidas especies de tiburones del epaulette (Hemiscyillum freycineti), coloridos peces y arrecifes de coral.

Este nuevo “jardín del edén” está en las aguas de la península de Cabeza de Pájaro, llamada así por la forma de la lengua de tierra en el noroeste de la provincia de Papúa, en Indonesia. Allí los científicos catalogaron más de 1,200 especies de peces y casi 600 de arrecifes de coral, el 75 por ciento del total conocido en el mundo.

Los investigadores describieron la vida subacuática como “una maravilla visual”, con presencias como la del Hemiscyillum freycineti, un tiburón que camina con sus aletas sobre el fondo marino, o los coloridos arrecifes de coral abundantes y saludables de todas formas y tamaños.

Sin embargo, este paraíso descubierto en aguas de Indonesia tiene ya enemigos declarados: la sobrepesca con dinamita y cianuro, así como la deforestación y el trabajo minero, que degradan las aguas costeras y pueden suponer un grave peligro para muchas de las especies que allí habitan. Unas circunstancias que obligaron a Conservación Internacional a exigir que se adopten “medidas inmediatas para proteger esta inigualable vida marina que sostiene a las comunidades costeras de la zona”.

La ubicación del “Triángulo de Coral” del Pacífico, que exporta y mantiene la biodiversidad en toda el área indo-pacífica, lo convierte en una de las mayores prioridades mundiales de conservación.

“Estos arrecifes de Papúa son literalmente fábricas de especies que requieren especial atención para protegerlas de la pesca no sustentable y otras amenazas de modo que puedan seguir beneficiando a su población y a la comunidad global”, dijo Mark Erdmann, asesor del programa marino de Conservación Internacional en Indonesia y director de las expediciones.

“Seis de nuestras zonas de estudio, que tienen el tamaño de dos campos de futbol, tienen más de 250 especies de arrecifes coralinos cada una, cuatro veces más que las especies de todo el mar Caribe”, explicó.

Tan valiosas especies pueden verse en peligro si la actividad humana continúa su actual ritmo de crecimiento vertiginoso. Aunque la densidad de población en la región es baja, los habitantes de la península de Cabeza de Pájaro dependen fuertemente del mar y su subsistencia se ve amenazada por un plan de transferir la pesca comercial de las áreas occidentales agotadas al este, a Papúa.

“Estamos muy preocupados por el potencial impacto de la expansión de la pesca comercial en la región, y pedimos un acercamiento cauto que enfatice la explotación sostenible por encima de la intensiva”, afirmó Paulus Boli, un investigador de la Universidad Estatal de Papúa que se encarga del componente socioeconómico en las expediciones.

Los dos estudios de este año, así como otra expedición realizada en 2001, analizaron las aguas en torno a la provincia de Papúa desde Teluk Cenderawasih en el norte hasta el archipiélago de Raja Ampat en la costa oeste y la línea costera sureste hasta FakFak-Kaimana.

No es la primera vez que se descubre un paraíso en la región. El año pasado, científicos de Conservación Internacional y del Instituto de Ciencias de Indonesia hallaron, a unos kilómetros de la costa en el interior de la isla, un “mundo perdido” donde encontraron nuevas especies de pájaros, mariposas, ranas y otros seres vivos hasta entonces desconocidos.

En esta ocasión, en la costa de la península Cabeza de Pájaro los investigadores hallaron más de 50 especies desconocidas para la ciencia, en una zona que cubre 18 millones de hectáreas, entre ellas 2,500 islas y arrecifes sumergidos. La zona es también la mayor del Pacífico de anidación de la tortuga laúd, y un importante paso migratorio para cachalotes, rorcuales tropicales, orcas y muchas especies de delfines.

Primeros cambios

En menos de seis semanas, los expedicionarios registraron ocho especies de camarones, 24 de peces y 20 de coral que son nuevas o probablemente nuevas para la ciencia.

Entre los arrecifes de coral, los científicos registraron un total de 1,233 especies de peces, de los cuales al menos 23 eran especies endémicas, que sólo existen ahí.

Seis de los sitios explorados exhibieron la más alta diversidad de corales duros jamás registrada, cada uno con más de 250 especies en una sola hectárea.

Fuente: Milenio

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