Biodiversidad

Encrucijada pesquera por proteción a vaquitas marinas

Cerca de 4 mil pescadores de Ensenada y San Felipe, Baja California, y de Golfo de Santa Clara y Puerto Peñasco, Sonora, aseguran que se verán afectados con la ampliación del polígono de protección de la reserva de la biosfera para proteger a la vaquita marina. Esto, dicen, les provocará que anualmente dejen de tener ganancias hasta por 40 millones de dólares, principalmente por la pesca de camarón.

Sin embargo, la delegación estatal de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aseguró que la actividad pesquera continúa en la región, sólo que «de manera regulada» para proteger a una especie en extinción.

Hace más de 10 años, mediante un decreto, en el Alto Golfo de California se creó la reserva de protección a la vaquita marina. Comprende de Tijuana, Baja California, hasta Comondú, Baja California Sur.

El 13 de septiembre de 2004, la Semarnat y ecologistas vinculados con organismos internacionales anunciaron que había una propuesta para un nuevo polígono de protección a la especie marina, merced a avistamientos del animal fuera de la zona de amortiguamiento de la reserva original. Así se propuso ampliar ésta a 126 mil hectáreas más. Empero, pescadores y funcionarios de la Comisión Nacional de Pesca objetaron la propuesta.

«Está bien que pretendan regular las artes de pesca y proteger a especies marinas, pero es injusto que nos dejen sin trabajo y sin poder llevarle el sustento a nuestras familias», dijo el dirigente pesquero y propietario de la cooperativa pesquera Las Almejas de Puerto Peñasco, Rafael Peñuelas Machuca. Aseguró que a ellos nadie los consultó para saber si les perjudicaría la propuesta de ampliar el polígono de la reserva ecológica.

Los pescadores, dijo, están dispuestos a acatar los acuerdos, siempre y cuando «también cedan un poco las autoridades y los grupos ambientalistas internacionales, que no nos dan ninguna solución a nuestra problemática».

Por una década, añadió que se han esforzado en cumplir con las condiciones impuestas. Así dejaron de utilizar redes de arrastre para capturar camarón a cambio de chinchorros en líneas, que permite una pesca más limpia y selectiva, así como el mejoramiento del tiempo de pesca y el esfuerzo pesquero.

Por su parte, el delegado estatal de la Semarnat, Hugo Zepeda Berrelleza, aseguró que la actividad pesquera continúa en estas zonas, sólo que de manera regulada y buscando proteger a las especies marinas. Aseguró que han observado vaquitas marinas fuera de la reserva protegida, por lo que se propuso la ampliación del polígono de refugio, para lo cual se han efectuado mediciones con aparatos auditivos especializados.

En sí, el problema para los pescadores no son las áreas protegidas, sino que saben que deberán tener mejores técnicas de pesca y que serán vigilados por inspectores de la secretaría, a lo que «le tienen miedo», dijo el delegado de la Semarnat.

Fuente: El Universal

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