Este enorme mamífero marino que se desplaza en las cálidas aguas costeras, pertenece al orden zoológico Sirenia y su nombre científico es Trichechus manatus. Se le conoce como manatí antillano, manatí del Caribe o manatí de las Indias Occidentales.
En Quintana Roo, específicamente en la bahía de Chetumal, sobreviven entre 200 y 250 ejemplares de esta especie, que en los tiempos prehispánicos era relativamente excesiva en México, cuando su sabrosa carne y abundante grasa eran aprovechadas por los mayas del sureste.
Un manatí adulto mide en promedio tres metros, y por lo general pesan entre 500 y 600 kilogramos; algunos han alcanzado cerca de una tonelada. Sus fosas nasales se cie-rran durante las inmersiones con músculos que se abren cuando el mamífero regresa a la superficie para respirar.
Esta especie ha llamado la atención internacional. La Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) lo considera como vulnerable en todos los lugares que habita,
la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies en Peligro (CITES) y el Departamento del Interior de Estados Unidos lo clasifican como una especie en peligro de extinción. Mientras que la legislación mexicana tiene establecida una veda permanente.
El Colegio de la Frontera Sur (EcoSur) unidad Quintana Roo, desarrolla actualmente la línea de investigación Mamíferos Marinos, la cual se centra sobre el manatí, específicamente en la bahía de Chetumal, pero también en el resto de la costa de Quintana Roo y Belice. Se estudian sus desplazamientos (monitoreados por telemetría), su uso de hábitat, distribución en relación con las variables ambientales y la vegetación acuática, su alimentación y conservación, así como aspectos de conducta.
