Ecosistemas

Tabasco, en su peor sequía de tres décadas

Hay cientos de animales muertos y graves afectaciones a la ganadería hasta del 80 % de los productores

Teorema Ambiental/Redacción

La zona de Los Ríos en Tabasco vive su peor sequía de los últimos 30 años, con afectaciones para el 80 por ciento en la actividad agrícola y fuertes pérdidas para la ganadería.

El río Usumacinta, considerado el más caudaloso del país, se encuentra en niveles históricamente bajos, mientras en Balancán y Tenosique, municipios fronterizos con Guatemala, el panorama árido se extiende y ha provocado la muerte de al menos 390 mil cabezas de ganado, así como daños en grandes extensiones de cultivos de sorgo y maíz. Tampoco hay pesca por el secamiento de los ríos.

En los ranchos, los jagüeyes —pozos profundos de agua— están llenos de lodo, y cerca de ellos abundan las reses muertas y moribundas.

“Esta sequía no se había dado en 30 años. En la ganadería la situación está canija por falta de forraje para salvar al ganado, pero la agricultura está peor: no puedes sembrar nada sin agua, todo se muere, al grado que el 80 por ciento de la actividad se encuentra paralizada”, dijo Roxana Tress, directora de Desarrollo Municipal en Balancán.

Además, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) —por reestructuración interna— no está en condiciones de otorgar permisos para la perforación de pozos profundos que ayudarían mitigar los daños.

“Si vamos y perforamos, la Conagua nos multa y sanciona porque, aunque somos autoridades, no podemos tener bajo control el usufructo del agua”, explicó la funcionaria.

Mientras que en Tenosique el gobierno del estado compró cerca de 90 mil toneladas de caña de azúcar a un ingenio para mitigar el hambre del hato ganadero.

Para Alfonso Gómez, presidente de la Unión Ganadera en Los Ríos, el panorama climatológico es “crítico” y “ya no hay comida”. “Hay ranchos donde han muerto cerca de 400 reses y tampoco tenemos activado el seguro catastrófico porque las autoridades no han detonado los censos y trámites”, dijo.

La Conagua advirtió desde 2016 sobre esta sequía prolongada, por falta de lluvias, pero además, no se tomaron previsiones, aseguró Gerardo Alarcón, jefe del Centro de Previsión Meteorológica de ese organismo.

De acuerdo con la dependencia federal, Tabasco enfrenta un fenómeno climatológico del que no se tiene registro histórico si se toma en cuenta que el promedio anual de lluvias es de dos mil 400 milímetros “frente al déficit significativo” de mil 600 reportados en los últimos tres años.

Los cauces de cinco ríos en Tabasco, las represas del Alto Grijalva y la cuenca del Grijalva, presentan valores históricos mínimos desde hace tres años.

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