Ecosistemas

La presa hidroeléctrica de Belo Monte arrasa con la Amazonia

Estamos presenciando la destrucción de uno de los ecosistemas más importantes de la Tierra

presa-amenazaBrasil.— Donde antes existía un frondoso bosque de selva tropical lleno de vida, hoy sólo existe desolación. Sus moradores, pueblos originarios, han sido desplazados y miles de especies animales y vegetales, han sido arrasadas entre la quema y la tala indiscriminada.

“El mundo debe saber sobre Belo Monte, saber la realidad de lo que pasa y la desgracia que este proyecto traerá… esto no debe ser considerado como desarrollo, sólo traerá destrucción y muerte…”, argumentó Maxo Morer, de Prensa Libre Pueblos Originarios.

Una gran extensión del Amazonas será destruida ante la mirada de todos: 400 mil hectáreas de selva destruidas, 40 mil indígenas desplazados y ecosistemas y especies arrasadas indiscriminadamente.

La gigante hidroeléctrica de Belo Monte, está realizando la faraónica obra pasando por alto la intervención de la fiscalía del estado de la región, que intentó parar el proyecto argumentando “gravísimos problemas sociales, ambientales y financieros”.

También tuvo que intervenir la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), órgano autónomo de la Organización de Estados Americanos, pidiendo a Brasil suspender las obras.

No puede llamarse “progreso” a la “destrucción” del pulmón más importante de nuestro planeta, que afecta los “corredores de carbono” y arrasa un importante ecosistema de extraordinaria riqueza en su biodiversidad.

Cientos de miles de hectáreas del milenario bosque tropical son arrancadas de la tierra, liberando a la atmósfera miles de toneladas del dióxido de carbono (CO2) almacenado, para dar cabida al cemento, concreto y hormigón, con el objetivo de generar la energía que se podría obtener con recursos renovables más respetuosos, eficientes y sostenibles.

Los “derechos humanos” de sus moradores “pueblos originarios”, han sido pisoteados impunemente avalados por políticos y gobiernos sin escrúpulos, que protegen servilmente los intereses de grandes empresas y corporaciones extranjeras.

La presidenta de Brasil Dilma Vana Rousseff dio “luz verde” a la construcción de la controvertida represa hidroeléctrica de Belo Monte. El Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) concedió la “licencia definitiva” al consorcio de empresas brasileñas “Norte Energia” (que realizarán la obra) autorizando la construcción de la represa en el río Xingú (oeste del estado amazónico Pará) con capacidad instalada de 11 mil 233 megavatios, destinada a ser la tercera mayor del mundo en plena Amazonia.

A pesar de los cientos de miles de firmas, e-mails y cartas que desde hace varios años se han enviado pidiendo al gobierno que reconsidere, el proyecto continúa, sin evaluar la enorme destrucción de bosque, ni el gran impacto en el ecosistema que afecta la forma de vida de los poblados aledaños al río.

Fuente: Únete al Planeta, imagen

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