Ecosistemas

Especialistas restauran arrecifes en Baja California Sur

Este bosque de coral, constituido por un área de aproximadamente 950 hectáreas, exporta alrededor de 600 toneladas de recursos pesqueros anualmente

Teorema Ambiental/Redacción

En el Parque Nacional Cabo Pulmo, ubicado en el estado de Baja California Sur, se yergue el sistema de arrecife de coral más grande del golfo de California y septentrional del Pacífico mexicano, que brinda un hábitat seguro para miles de especies que crecen en la reserva.

Este bosque de coral, constituido por un área de aproximadamente 950 hectáreas, exporta alrededor de 600 toneladas de recursos pesqueros anualmente, que se dispersan en los litorales de los municipios de La Paz y Loreto, en la zona del golfo.

En septiembre de 2014, debido al impacto del huracán Odile, sumado al efecto del fenómeno de El Niño-Oscilación del Sur (ENSO, por sus siglas en inglés) en 2015, este ecosistema soportó un deterioro significativo en su cobertura coralina que alertó a la comunidad de Cabo Pulmo e inmediatamente dio aviso a las autoridades ambientales.

De agosto de 2017 a agosto de 2018, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), en colaboración con el Laboratorio de Sistemas Arrecifales del Departamento de Ciencias Marinas y Costeras de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), restaurará alrededor de 800 corales en Cabo Pulmo e Isla Espíritu Santo, con financiamiento del Fondo de Desastres Naturales (Fonden).

La técnica de restauración de corales en el Parque Nacional Cabo Pulmo e investigadora del Laboratorio de Sistemas Arrecifales, Irene Antonina Salinas Akhmadeeva, mencionó que los esfuerzos de conservación han implicado una serie de monitoreos del arrecife para determinar puntos de restauración de corales del género Pocillopora, que mediante la técnica de fragmentos de oportunidad logran restablecerlos.

“El coral que estamos restaurando se fragmenta muy fácilmente, por eventos meteorológicos o impacto del turismo, en este caso es por causa de los fenómenos naturales. El coral se fragmenta y se rompen ramitas que buscan en dónde adherirse para seguir creciendo, pero si no logran adherirse a una superficie, se mueren”, comentó Salinas Akhmadeeva.

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El blanqueamiento de corales pétreos se produce cuando el coral pierde las algas zooxantelas que viven en simbiosis con ellos, les dan alimento y distintos colores. Asimismo, estas algas pueden crecer sin la intervención de peces herbívoros que se alimenten de las mismas, obstruyendo la luz solar que necesitan los corales para realizar procesos de fotosíntesis que les permiten sobrevivir.

“Lo que hacemos nosotros es extraer todos los fragmentos en canastitas y seleccionar aquellos que estén saludables; no tienen que estar blanqueados, con algas o esponjas. Visualmente deben de tener un color uniforme, porque eso es lo que nos da la indicación de que va a sobrevivir el fragmento. Lo colocamos en un sustrato firme, en el caso de Cabo Pulmo, en el que predominan los arrecifes rocosos, los colocamos tal cual en la roca, con cinchos de plástico o resina epóxica. Después de colocar los corales, ponemos etiquetas de identificación para monitorear su crecimiento”, explicó Salinas Akhmadeeva.

Turismo sustentable y compromiso comunitario

El área natural protegida (ANP) recibe miles de turistas anualmente, que provienen de diversas partes del mundo con el anhelo de bucear en sus aguas y atestiguar uno de los paisajes marinos más bellos de la región.

La comunidad de habitantes del Parque Nacional Cabo Pulmo aprovecha el recurso natural de manera sustentable, ofreciendo servicios de ecoturismo, como buceo con tiburón toro y otras especies. Por tanto, consideran que el ANP tiene una importancia ecológica, económica y social inestimable.

Investigación a partir de los esfuerzos de restauración de corales

El doctor Héctor Reyes Bonilla, profesor e investigador de la UABCS y miembro nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), mencionó que el trabajo de la UABCS es generar datos sobre el número de corales que sobreviven, tiempo de desarrollo y agregación de especies en la colonia, así como la técnica más eficiente para restaurarlos en las condiciones ambientales particulares de la región.

Los resultados preliminares, recabados en los esfuerzos de restauración, arrojan un crecimiento promedio de alrededor de cuatro centímetros al año, en un periodo de tres años ya funcionan como una colonia o arrecife de coral; asimismo, las tasas de mortalidad son de alrededor de 20 por ciento anualmente, por causas naturales, principalmente.

Avances de restauración en Parque Nacional Cabo Pulmo

En el Parque Nacional Cabo Pulmo, en zonas arrecifales de Los Morros y Cantín Norte, los técnicos han restaurado alrededor de 200 fragmentos de coral. En estos lugares, documentaron una supervivencia de fragmentos de coral de alrededor de 90 por ciento.

“En Los Morros y Cantín Norte, tuvimos una sobrevivencia de corales bastante alta. Ahora, lo que nos importa saber es cuál de las dos metodologías favorece el crecimiento del coral”, mencionó Salinas Akhmadeeva.

“En los sitios hemos puesto unos letreros de restauración para evitar que los turistas lleguen a tocar los fragmentos y para identificar el sitio. Tenemos que regresar cada mes para medir su crecimiento, cuando tengamos varias mediciones podremos hacer una curva de desarrollo de los corales”, señaló Salinas Akhmadeeva.

Los investigadores señalan que el arrecife de coral de Cabo Pulmo se encuentra en un estado de salud óptimo, por tanto, los esfuerzos de restauración están orientados a conservar y, si es posible, aumentar la cobertura de coral que extiende la cadena trófica.

“La función del coral, de secuestro de carbono de la atmósfera, como un amortiguador del cambio climático, es muy importante. Te explico, el carbonato de calcio que el coral deposita como esqueleto es dióxido de carbono (CO2) que se roba de la atmósfera, es decir, de cada kilo de carbonato de calcio de coral, son alrededor de 150 gramos de CO2 robado de la atmósfera. La idea es mapear todos los arrecifes y estimar cuánto carbono azul estamos aprovechando. El gobierno federal paga para conservar los corales, con base en el servicio ambiental. Este es el primer parque en México que hace este tipo de estudios”, finalizó Reyes Bonilla.

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