Ecosistemas

Dos terceras partes del territorio nacional sufren desertificación

En 0.2 por ciento del territorio nacional debe reconstruirse totalmente el suelo

Adriana Estrada

CIUDAD DE MÉXICO.— En México la desertificación sigue siendo un problema grave ya que dos terceras partes del territorio nacional se encuentran degradadas o en proceso, lo que disminuye la superficie agrícola y forestal.

Durante la conmemoración del Día Mundial contra la Desertificación y la Sequía, el secretario de Medio Ambiente, Juan Elvira Quesada, explicó que hay alrededor de 150 millones de hectáreas afectadas por el fenómeno de la desertificación.

El sobrepastoreo, deforestación y prácticas agrícolas no sostenibles resultan causantes directos del deterioro de los suelos; sin embargo, el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) resaltó que en la presente administración se han recuperado 200 mil hectáreas.

Entre los estados más afectados por pérdida de suelo están Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Chiapas, por la práctica de la roza-tumba-quema, la cual fue utilizada por los mayas durante miles de años pero que hoy se considera inviable porque genera pérdida de suelo.

Agregó que el cambio climático ha tenido un efecto perverso sobre el proceso de conservación de suelos, agua, bosques y selvas, ya que los periodos permanentes de sequía de altas temperaturas ocasionan desertificación.

Por su parte el representante adjunto del Programa de las Naciones Unidades para el Desarrollo, Arnaud Peral, señaló que en el periodo de 2005-2010 el país ha tenido una tasa anual de deforestación de 0.24 por ciento, lo que es casi la mitad de las cifras que se han mantenido en torno a 0.46 en América Latina.

“Para el Programa que represento, las problemáticas de desertificación y pérdida de cobertura boscosa tienen un vínculo fuerte con los procesos de desarrollo”, precisó Arnaud Peral.

Resaltó el trabajo que ha realizado México para reducir la pérdida de áreas forestales por medio de sus políticas públicas y programas como el pago de servicios ambientales y la integración de plantaciones forestales comerciales.

Fuente: Teorema Ambiental

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