Ecosistemas

Bosques tropicales secundarios y la captura de carbono

Se trata de un estudio internacional

bosques-carCiudad de México.— Ante el nuevo acuerdo global sobre el clima para impulsar una nueva era de desarrollo sostenible suscrito en la pasada COP21, un estudio internacional revela esta semana en la revista Nature que los bosques tropicales secundarios, es decir, aquellos que vuelven a crecer después de la eliminación casi completa de la cubierta forestal para uso agrícola o ganadero, juegan un papel fundamental en la captura del carbono, pues capturan hasta 11 veces más dióxido de carbono (CO2) atmosférico que los bosques tropicales primarios.

Se trata de un estudio internacional, liderado por los investigadores Lourens Poorter, Frans Bongers y Danaë M. A. Rozendaal de la Universidad de Wageningen, en Holanda, en el que han participado 65 investigadores en todo el mundo, entre ellos, los investigadores Juan Manuel Dupuy-Rada y José Luis Hernández-Stefanoni de la Unidad de Recursos Naturales del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY). De México, también han participado científicos de instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur).

Este equipo internacional de ecólogos forestales muestra la gran capacidad de adaptación que presentan los bosques tropicales secundarios. El doctor Juan Manuel Dupuy Rada, investigador del CICY, explicó que analizaron la recuperación de la biomasa aérea utilizando mil 500 parcelas forestales y en 45 sitios en toda América Latina.

“El estudio determinó que en 20 años, entre 20 y 225 toneladas de biomasa se han recuperado y que dicha recuperación es más alta en las zonas con alta precipitación y con disponibilidad de agua durante todo el año, en tanto que la fertilidad del suelo o la cantidad de cubierta forestal en el paisaje de los alrededores eran factores menos importantes”, indicó el doctor José Luis Hernández Stefanoni del CICY.

El autor principal del estudio, doctor Lourens Poorter, señaló: “la captación de carbono es sorprendentemente rápida en estos jóvenes bosques tropicales que vuelven a crecer en los pastizales o campos agrícolas abandonados. Después de 20 años, estos bosques han recuperado 122 toneladas de biomasa por hectárea. Esto corresponde a una absorción de 3.05 toneladas de carbono por hectárea por año, es decir, 11 veces más que la tasa de absorción de los bosques primarios”.

El estudio también presenta un mapa de la recuperación de la biomasa en los sitios estudiados en Latinoamérica que ilustra la variación geográfica y climática y el potencial de secuestro de carbono durante la regeneración del bosque, lo que apoyará en el diseño de políticas para reducir al mínimo la pérdida de bosques tropicales secos y promover la regeneración y restauración de los bosques tropicales húmedos, como estrategias para mitigar el calentamiento global y conservar la biodiversidad.

Al respecto, la doctora Dánae Rozendaal comentó: “Los responsables regionales y nacionales de políticas pueden utilizar esta información para identificar las áreas que deben ser conservadas, ya sea porque tienen una recuperación lenta y son más difíciles de restaurar o para identificar áreas con una recuperación rápida, donde la regeneración del bosque o la reforestación tienen una alta probabilidad de éxito y un alto potencial de secuestro de carbono.” (DHTN-GHM/Comunicación Institucional CICY)

Fuente: Conacyt,  imagen

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