Ecosistemas

Ambientalistas solicitan inscribir a Cabo Pulmo como Patrimonio de la Humanidad en Riesgo

El arrecife coralino de Cabo Pulmo, ubicado en Baja California Sur, está amenazado por la construcción del megadesarrollo turístico de Cabo Cortés

Ciudad de México.— Tras reunirse con integrantes de una misión inédita de la Convención Ramsar, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y de la Organización Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), organizaciones ambientalistas y miembros de la comunidad de Cabo Pulmo, solicitaron que esta reserva marina nacional se inscriba en la lista de Patrimonio Mundial en Peligro y al registro Montreux bajo la Convención de Ramsar como humedal en peligro.

Durante la reunión celebrada en la ciudad de La Paz, Baja California Sur, integrantes de la sociedad civil expusieron a los delegados los graves riesgos ambientales, económicos y sociales que tendría la construcción del desarrollo turístico Cabo Cortés en las inmediaciones del arrecife de Cabo Pulmo, la reserva marina más saludable del mundo y que es patrimonio de la humanidad y está enlistada en la Convención Ramsar como humedal de importancia internacional.

Agustín Bravo, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), señaló que entre las principales preocupaciones expuestas se encuentran el que se haya entregado una Autorización de Impacto Ambiental (AIA) fragmentada, lo cual es ilegal, pues la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (Legepa) establece que se deben evaluar de forma integral todos los impactos que un proyecto tendrá sobre una zona.

Las ONG denunciaron que en un estado con graves carencias de agua es preocupante que la cantidad de agua que se ha concesionado al desarrollo turístico de Cabo Cortés equivale al consumo de agua de una ciudad de aproximadamente 82 mil habitantes. El proyecto señala que 65 por ciento del agua potable que requiere el proyecto se abastecerá por medio de la planta desalinizadora. Sin embargo, la AIA no autoriza la construcción de la planta.

La construcción y operación de Cabo Cortés requerirá la mano de obra de al menos 120 mil personas, considerando que cada cuarto de hotel genera cuatro empleos. Por tanto, es de esperarse que se creen asentamientos irregulares que afectarán la calidad de vida de las comunidades cercanas y el arrecife. No existe ningún documento en el que se plantee cómo se le van a brindar los servicios básicos a esta nueva ciudad que se pretende construir.

Al respecto, Marc Patry, representante del Centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO, manifestó preocupación por el hecho de que no se puede aprobar un desarrollo así sin prever la migración, y aceptando que la salud financiera de Cabo Cortés no es buena.

En términos económicos, Cecilia Fisher de Costa Salvaje (Wildcoast), apuntó que en toda la historia de Los Cabos la ocupación hotelera no ha excedido 60 por ciento, ¿para qué Cabo Cortés con 28 mil habitaciones? El proyecto únicamente responde a un interés de generar ganancias económicas por la construcción de hoteles, pero sin promover un verdadero desarrollo turístico en la zona.

María Rivera destacó que para la Convención Ramsar es fundamental promover que los desarrollos turísticos en todo el mundo se hagan con una visión sustentable y de uso racional de los recursos naturales de la zona.

“No somos los únicos que piden que Cabo Pulmo se declare patrimonio mundial en riesgo, el sector académico y la comunidad también lo han pedido ante la misión. Existen evidencias contundentes para demostrar que Cabo Cortés pone en riesgo al mejor ejemplo de conservación marina que tenemos en México. Con esta visita no se hace más que evidenciar la importancia del arrecife a nivel internacional y que las decisiones irresponsables siembran ya la duda sobre las instancias internacionales” dijo Alejandro Olivera, coordinador de la campaña de océanos de Greenpeace México.

Fuente: Redacción Teorema Ambiental

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