Biodiversidad

¿De dónde sacan los delfines con los que nadas en Playa del Carmen y Cancún?

La importación y captura de delfines en México se prohibió en 2006, sin embargo cada vez hay más delfinarios en el país. ¿De dónde vienen esos delfines y cómo los capturan?

Alrededor de 12, de 28 delfines salvajes traídos a México en 2003, murieron en un periodo de cinco años en tipos de delfinarios como Delphines World, Dolphin Discovery y Delphinaris.

El alto rango de mortalidad de delfines capturados inspiró a México a prohibir la importación de delfines en 2006 y actualmente es ilegal capturar delfines en aguas mexicanas.

Aquí te darás una idea de cómo se ve la captura y el proceso de entrenamiento de delfines.

Playa del Carmen, Cozumel y Cancún tienen más de 15 instalaciones con delfines en cautiverio, las cuales albergan alrededor de 100 cetáceos con los cuales ofrecen a los turistas crueles tours y experiencias de “nado con delfines”. Al parecer cada vez hay más delfinarios en todo México a pesar de que es ilegal importar o capturar delfines en el país; entonces, ¿de dónde vienen estos delfines?

El mayor importador de delfines para “nado con delfines” en el Caribe es Cuba. La mayoría de los delfines capturados e importados a México antes de la prohibición venían de aguas cubanas, mientras que la minoría fueron adquiridos mediante la caza de delfines en las islas Salomón y Taiji, Japón, donde miles de ellos fueron y aún siguen siendo masacrados anualmente para que lugares como Delphinus World, Dolphin Discovery y Delphinaris puedan comprar los más lindos a precios de hasta 200 mil dólares. El resto son asesinados.

El proceso de captura de delfines es violento y traumático. De 30 a 80% mueren durante el proceso de captura, por lo tanto, no es una práctica sustentable. Pero la experiencia de nadar con delfines que ofrecen estas instalaciones en Cancún, Playa del Carmen y Cozumel es inmensamente remunerativa. Cada delfinario gana alrededor de dos millones de dólares al año sin incluir los suvenires y la fotos carísimas, etc. Por lo tanto, la captura de delfines salvajes en aguas mexicanas se sigue practicando, bajo la mirada indolente del gobierno. Los permisos científicos son otorgados para la captura de delfines nariz de botella que de alguna manera terminan en delfinarios en Quintana Roo haciendo trucos para turistas, mientras las instalaciones se vuelven millonarias gracias a su cautiverio y explotación.

La cantidad de dinero que generan estas facilidades hace posible que encuentren la manera de conseguir delfines clandestinamente o que encuentren formas de burlar la ley.

Los delfines ya tienen suficiente con la contaminación de los mares y las fuentes de alimento; el incremento de enfermedades y bacterias o el quedarse atrapados en las redes de los pescadores, como para que también se vean amenazados por estas capturas. Los cazadores dedicados a esto a menudo capturan a hembras en edad de reproducción y las quitan de la posibilidad de aparearse por selección natural, lo cual amenaza a la especie en general. Así, nadar con delfines en cautiverio no sólo es cruel sino que contribuye a la eventual extinción de la especie.

Costa Rica, Hungría, Chile, India, Suiza e Inglaterra ya prohibieron definitivamente el nado con delfines. México está en calidad de urgencia para tomar medidas al respecto.

En fin, estas razones son suficientes para que pienses dos veces la próxima vez que quieras vivir la experiencia de “nadar con delfines”. Diez minutos de felicidad arbitraria no valen la involuntaria prostitución de esta increíble especie, ni su sufrimiento ante la crueldad.

Con información de ecoosfera

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