Biodiversidad

Dañan huracanes bosques, selvas y humedales

El paso de los huracanes Stan y Wilma por Chiapas y la península de Yucatán ocasionó el deterioro de bosques, selvas y sistemas de humedales marinos, lo que además afectó a especies de flora y fauna amenazadas y en peligro de extinción.

Wilma ocasionó deterioros visibles en 11 de las 19 áreas naturales protegidas que se encuentran en la región de la península de Yucatán, las cuales son Ría Lagartos, Sian Ka’an, Banco Chinchorro, Otoch Ma’Ax Yetel Kooh, Yum Balam, Arrecifes de Cozumel, Arrecife de Puerto Morelos, Costa Occidental de Isla Mujeres, Punta Cancún y Punta Nizuc, Isla Contoy, Parque Nacional Tulum y Arrecifes de Xcalak.

Tan sólo en el Área Natural Protegida Ría Lagartos habitan un total de 580 especies animales, de los cinco grupos de vertebrados, dentro de las que se encuentran 58 tipos de mamíferos, 356 de aves, 95 de anfibios y reptiles, y 71 de peces. Entre todas ellas destaca el flamingo rosa del Caribe, para el cual resulta vital esta Área Natural Protegida, por ser su principal sitio de anidación.

En Chiapas el huracán Stan afectó 166 mil 701 hectáreas que sufrieron la pérdida de suelo y deforestación.
Tiempo atrás, en zonas costeras como las de Quintana Roo y Yucatán se levantaron construcciones en playas, las cuales destruyeron áreas de dunas, que sirven de amortiguamiento mecánico e hidráulico cuando se producen fenómenos como los huracanes.

Lo mismo ocurre con los manglares, cuya importancia no sólo está vinculada a su función como ecosistema sino porque representan una protección para la costa, como se comprobó durante el tsunami ocurrido recientemente en Asia.

Reparan corales
También a causa del huracán Wilma, diversas zonas de arrecifes que forman parte del sistema Arrecife Mesoamericano sufrieron daños que actualmente se están reparando. El biólogo Alfredo Arellano Guillermo, director Regional de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) en la península de Yucatán, explicó que las labores consisten en pegar los fragmentos de corales afectados para colocarlos en su posición original o en otros sitios dentro del propio arrecife.

Buzos profesionales trabajan en el área para pegar los fragmentos de coral con cemento epóxico y con pequeños cinturones de plástico. Otra técnica que se utiliza es perforando la colonia de arrecifes con taladros neumáticos e injertando una varilla para fijar los corales en el sustrato rocoso del fondo marino con el fin de que continúen su crecimiento.

“Estas técnicas han sido probadas con éxito; de hecho las empleamos después del paso del huracán Iván que afectó con su marea, hace dos años, la costa occidental de Isla Mujeres, particularmente en el arrecife Manchones, donde el monitoreo que realizamos para darle seguimiento nos arroja ahora resultados positivos, toda vez que el coral se está recuperando de forma exitosa”, indicó Arellano Guillermo.


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