Biodiversidad

Cuidado ambiental problema de conciencia

En la actualidad, todos los países están pasando por una severa crisis ambiental, producto de la devastación indiscriminada de los recursos naturales. El crecimiento de las ciudades, la contaminación y la destrucción del hábitat silvestre, ocasionan que muchas especies animales no sobrevivan más.

Muchas personas se dan cuenta de los daños, algunas más se promulgan a favor de la fauna, pero pocos se sienten tan comprometidos como el Consejo Nacional de la Fauna (CNF), que desde hace casi 30 años trabaja por la conservación y protección de la fauna; realiza proyectos de notable trayectoria y promueve programas de educación ambiental entre la niñez y juventud mexicana.

Marco Antonio Pastrana de la Portilla, presidente ejecutivo del CNF, señaló en entrevista con Teorema que en términos de conservación ambiental, el problema es fundamentalmente una cuestión de conciencia, y agregó: “Es muy difícil crear una cultura ambiental. Se trata de un esfuerzo gigantesco, sobre todo porque unos cuantos somos los que realmente trabajamos por la conservación.”

El Consejo Nacional de la Fauna es una asociación civil sin fines de lucro que tiene como objetivo la conservación, desarrollo y aprovechamiento racional de los recursos naturales. También, el consejo propicia el conocimiento de la vida sostenible mediante una ética basada en el respeto y consideración a las especies amenazadas del planeta.

El CNF inició operaciones en 1974, encabezado por Óscar Brooks, Víctor Hugo O’Farril Ávila y Marco Antonio Pastrana de la Portilla, con la inquietud de crear un organismo que pudiese cooperar con la autoridad responsable de la administración de la vida silvestre en el desempeño de sus funciones.

En aquellos años, el consejo inició con el proyecto del borrego cimarrón (o del desierto), estableciéndose principalmente como un programa de aprovechamiento y con la intención de convertirlo en un programa integral. Pero fue hasta 1986, por un acuerdo secretarial, que el CNF se convirtió en órgano oficial de apoyo y consulta del Estado para la administración de la vida silvestre, y así se le asignó el programa integral del borrego del desierto.

“Pese a que dejamos el proyecto por errores de las pasadas administraciones, incrementamos considerablemente la población de borrego. El último censo indicó una población aproximada de 12,500 ejemplares en Baja California, Baja California Sur y Sonora. Lamentablemente, hoy se ignora el estatus poblacional y no sabemos qué fue lo que sucedió en los últimos ocho o diez años”, comentó el presidente del CNF.

Otro proyecto importante que funciona desde hace 15 años, es el programa de la Sierra Fría de Aguascalientes, que después de procurar una serie de cuidados y acciones en el manejo de la sierra, la especie de venado cola blanca pasó de 90 ejemplares a una población superior a los 2,500 ejemplares, incluyendo también la siembra de jabalí de collar y guajolote silvestre con excelentes resultados.

Quizás el proyecto más importante del consejo es el de la comunicación social, que a través de los años ha tenido una notable presencia en televisión, radio y prensa. Además, cada año se hace un curso de verano para los niños que visitan el zoológico de Chapultepec, convirtiéndose en uno de los programas de educación ambiental más importantes de Latinoamérica.

Actualmente, pocas asociaciones ambientalistas subsisten de los donativos, por tal razón, el consejo creó programas y proyectos autofinanciables, como es el caso de una alianza con Cristal Multimedia que edita discos compactos con información de especies animales y un portal de Internet con acceso al paseo virtual por el zoológico de Chapultepec, entre otras informaciones.

Desde 1999, junto con el gobierno de la ciudad de México, se opera el proyecto del zoológico de Chapultepec, donde los quehaceres del consejo contribuyen no sólo en el ejercicio de la administración sino también en la conservación de la vida silvestre del país, operando programas educativos, de difusión, señalización y patrocinio ecológico.

Próximamente, en alianza con el Museo del Desierto en Saltillo, Coahuila, el CNF abrirá un pabellón con un desierto viviente y contará con ejemplares típicos de zonas desérticas, como borrego cimarrón, pecarí de collar y coyote, entre otros.

“Además de los campamentos de verano, concursos y actos, se tiene en puerta la construcción de un ‘nocturnario’ en el zoológico de Chapultepec, para exhibir de día especies que desarrollan hábitos nocturnos. También arrancó recientemente el proyecto del zoológico de San Juan de Aragón (en diciembre del 2002)”, concluyó el presidente del CNF.

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