De la isla Holbox, al norte de Quintana Roo, zarpan las embarcaciones en busca del tiburón ballena, el pez más grande del mundo.
Una aleta negra que se asoma sobre las olas del Caribe, avisa a los visitantes que es el momento de lanzarse al agua para apreciar la belleza de este animal.
El tiburón ballena mide hasta 18 metros de largo. Pese a sus dimensiones, la ciencia había puesto muy poca atención en él.
En la Segunda Conferencia Internacional sobre esta especie realizada en la isla Holbox, Quintana Roo, expertos de 22 países coincidieron en que los estudios recientes indican que la concentración de tiburón ballena en el Caribe mexicano entre junio y agosto, es la más numerosa del mundo.
Cada año, nadan en estas aguas entre 800 y mil 400 ejemplares.
En 2002, los lancheros de Holbox solicitaron a la autoridad de áreas protegidas asesoría para organizar visitas guiadas a la zona del tiburón ballena, a fin de ampliar sus alternativas económicas.
Conformados en una cooperativa, desde entonces perciben unos 800 pesos por cada servicio.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, el avistamiento de tiburón ballena ha propiciado que en esta zona se incremente el número de visitas guiadas en seis años de 300 a 16 mil.
“Las lanchas han mejorado muchísimo, antes eran lanchitas comunes, ahora mira, muy buenas lanchas”, comentó Lázaro Vicencio García, lanchero.
Los avistamientos de tiburón ballena se enriquecen con la presencia de otras especies, como mantarrayas y delfines.
“Los tiburones rondaron por la superficie y fue muy relajante, tomé videos grandiosos, los chicos en el bote fueron realmente maravillosos”, manifestó Jessica Circus, turista.
La alianza entre lancheros y personal del área protegida ha permitido emprender monitoreos y mejores estudios acerca de este gran pez.
“Dónde se aparean, tampoco estamos seguros de cuándo lo hacen, cuándo es su periodo reproductivo, hay muchas dudas todavía”, apuntó Francisco Remolina, director de Flora y Fauna de la Reserva Ecológica Yum-Balam, en Holbox.
Para mejorar la vigilancia en la zona, la Comisión de Áreas Protegidas promueve cambiar el estatus de esta reserva ecológica a reserva de la biosfera, al ampliar su área de conservación de 160 mil a 310 mil hectáreas.
Fuente: Once Noticias
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