Biodiversidad

Científico mexicano busca “sacarle jugo” a la sequía

A sus 31 años de edad, César Cuevas Velázquez tiene claro su objetivo: formar su propio laboratorio en México y contribuir en el crecimiento de la ciencia del país

Teorema Ambiental/Redacción

jugo-sequiaEn busca de encontrar respuesta a la pregunta ¿Cómo las plantas perciben y reaccionan ante una sequía?, César Luis Cuevas Velázquez, doctor en ciencias bioquímicas por el Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desarrolló un proyecto que le hizo ganador de una de las 10 becas que otorga el programa Pew Latin American Fellows en el área de las Ciencias Biomédicas.

Los investigadores acreedores a esta beca recibirán dos años de financiamiento para realizar investigaciones en instituciones de Estados Unidos. Aunque el programa está dirigido al área de las Ciencias Biomédicas, el caso de César Luis Cuevas Velázquez es una excepción: en el laboratorio del doctor José Dinneny, en el Departamento de Biología de Plantas del Instituto Carnegie en Stanford, California, el investigador mexicano explorará los mecanismos moleculares a través de los cuales las plantas detectan y responden a la sequía.

“Este programa está dirigido a las ciencias biomédicas, pero también cubre otras áreas de la biología. Ellos balancean su selección con base en diferentes criterios y pueden aceptar proyectos como el que yo realizo”, explica.

El objetivo de la investigación de César Cuevas consiste en desarrollar herramientas moleculares para monitorear dinámicamente el contenido de agua dentro de las células vegetales vivas, es decir, visualizar en tiempo real cómo es que las plantas experimentan los diferentes procesos que ocurren justo después de que el estrés comienza; uno de estos procesos es la disminución en la cantidad de agua dentro de las células.

“Nuestra pregunta biológica es: ¿cuáles son los mecanismos por los que las plantas perciben el estrés por falta de agua? ¿Qué indica a las células de las plantas que tienen menos agua de lo normal y, por lo tanto, necesitan responder a través de ciertos procesos para evitar perecer ante estas condiciones?”, expresa el investigador, que inició su estancia posdoctoral en marzo de este año.

Mediante técnicas de ingeniería genética, el investigador busca contribuir a la identificación de los genes que perciben la falta de agua usando sensores fluorescentes, los cuales se introducirán en el genoma de la planta modelo, Arabidopsis thaliana, para posteriormente monitorear su comportamiento.

“Tenemos una estrategia que nos permitirá probar miles de genes diferentes al mismo tiempo, con el objetivo de seleccionar los mejores sensores fluorescentes y una vez identificados vamos a introducirlos dentro de la planta para así seguir indirectamente los niveles de agua que hay dentro de la célula o la tensión que se genera entre la pared celular y la membrana plasmática”, dice.

De acuerdo con el investigador, uno de los objetivos a corto y mediano plazo es aplicar las herramientas moleculares que pretende desarrollar, con ello, poder identificar las proteínas que detectan cambios inducidos por la sequía y determinar qué genes se activan cuando el agua es escasa.

“A largo plazo podríamos buscar variantes de plantas de interés agronómico con una capacidad diferente de percibir el estrés e identificar cultivos que sean más eficientes ante la falta de agua”, explica el investigador.

“Considero que el campo de la biología molecular de plantas necesita crecer para poder contender con la demanda en la producción de alimentos en un futuro cercano”, concluye.

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