Biodiversidad

Cada año mueren cerca de 12 mil elefantes en Angola a causa del tráfico ilegal de marfil, según datos del Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF).

Cada año mueren cerca de 12 mil elefantes en Angola a causa del tráfico ilegal de marfil, según datos del Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF).

Por su parte, las autoridades de este país negaron que haya disminuido drásticamente la población de elefantes a causa de la caza furtiva.

«La población de elefantes de Angola es una de las mayores de la región austral», declaró Tomás Caetano, del Instituto de Desarrollo Forestal de Angola, quien negó datos dados a conocer recientemente por la organización ambientalista.

El WWF denunció que el comercio ilícito de marfil en Angola se ha duplicado entre los últimos 12 y 18 meses, y que, como consecuencia de esa actividad sólo quedarían vivos unos 250 elefantes en ese país.

Según el informe, el volumen de esas ventas ilegales de marfil en Luanda, la capital, totalizó en un solo mes una tonelada y media, lo que equivale a los colmillos de unos 300 elefantes.

Caetano, sin embargo, negó que la población de elefantes en Angola sea tan baja, y señaló que sólo en la reserva de Luiana, en el sudeste del país, esos mamíferos «se cuentan por millares», aunque no dio una cifra detallada.

El funcionario angoleño basó sus comentarios en un estudio que se publicará próximamente y en el que se hace un inventario sobre la población confirmada de elefantes, elaborado por las autoridades y por la Universidad Católica de Angola.

En la reserva de Luiana tuvo su cuartel general el movimiento rebelde Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), que protagonizó una guerra civil en Angola de 27 años que terminó en 2002, lo que impidió a las autoridades mantener un control sobre la fauna de esa zona.

Ahora, en cambio, Angola ha recuperado prácticamente todo el control de su territorio y mantiene un cuerpo de cinco mil guardias armados que vigilan la fauna en áreas prohibidas para la caza, agregó la fuente oficial.

Caetano también recordó que las leyes de Angola «prohíben la entrada y la salida de marfil o de productos de otras especies en peligro de extinción», y afirmó que el gobierno ha ratificado el convenio internacional para proteger la flora y la fauna silvestre.

Según el informe dado a conocer por el WWF, Angola es el único país de los 37 en los que viven los elefantes africanos que no ha firmado la Convención Internacional sobre el Comercio de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES).

Sin embargo otra amenaza que enfrentan los elefantes en la reserva de Luiana son las de minas que dejó la guerra civil de Angola y que están sembradas en las rutas de trashumancia de esos mamíferos.

Las autoridades de Angola, junto con organizaciones internacionales, buscan financiación para poder ejecutar un proyecto que permita el desminado de la zona con el fin de habilitar los antiguos corredores de elefantes.

Fuente: El Tiempo

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