La reserva de biósfera mexicana es Patrimonio Mundial Natural
El Pinacate y Gran Desierto de Altar, es considerado una de las regiones prioritarias de México debido a que se encuentra inmerso en uno de los desiertos con mayor biodiversidad en América del Norte, El Sonorense, ubicado entre los estados de Sonora y Baja California, así como los de Arizona y California, en Estados Unidos.
Por ello, desde el pasado junio ingresó a la lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) .
México es reconocido como la nación con más sitios inscritos al listado de la UNESCO en América Latina y la sexta a nivel mundial, con 27 de carácter cultural y 5 naturales.
El Pinacate y Gran Desierto de Altar, es un lugar mágico de belleza desolada, criaturas inusuales, plantas únicas y características geológicas notables. En el área se encuentra un espectacular escudo volcánico donde existen flujos de lava en cráteres gigantes.
Aunque se piensa que el desierto es un lugar carente de vida, las tinajas, raras acumulaciones naturales de agua, abastecen de líquido a una multitud de hábitats.
El lugar, de aproximadamente 714 mil 556 hectáreas, es el hogar de más de 540 especies de plantas vasculares, 40 especies de mamíferos, 200 de aves, 40 de reptiles, además de anfibios y peces de agua dulce, de acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Algunos de los animales están considerados en peligro de extinción o amenazados, como el berrendo sonorense, el pupo del desierto, el charal de aleta larga, el escorpión y la tortuga del desierto.
Otros están sujetos a protección de especial, entre ellos, el halcón mexicano, el águila real, el borrego cimarrón y el sapo verde sonorense
También hay vestigios arqueológicos de más de 20 mil años de antigüedad y es un sitio cultural importante para los Tohono O’odham, quienes consideran que es el centro de la creación del universo y donde aún realizan ceremonias sagradas.
El gobierno mexicano la decretó reserva de la biósfera en 1993. La zona es parte del programa El Hombre y la Biosfera de la UNESCO, desde 1995 y en junio pasado ingresó a la lista de Patrimonio Mundial de dicha organización.
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