Biodiversidad

Así es el cruel entrenamiento al que someten a los elefantes

Hay aproximadamente 2 mil 800 elefantes cautivos explotados en campamentos en Tailandia, que han recibido este doloroso entrenamiento

Teorema Ambiental/Redacción

Ciudad de México, 26 de junio de 2020.— La organización internacional World Animal Protection publicó una serie de imágenes que documentan el cruel proceso de entrenamiento, a veces conocido como “The crush” en inglés, que los elefantes jóvenes soportan para volverlos lo suficientemente sumisos para interactuar con los turistas y se conviertan en un bien de consumo.

Por ello, la organización pidió una revisión urgente de la forma en que se trata a los elefantes cautivos, antes de que el turismo se reanude en Tailandia y otros destinos de vacaciones, luego de la contingencia sanitaria por COVID-19.

La organización aseguró que hay aproximadamente dos mil 800 elefantes cautivos explotados en campamentos en Tailandia, que han recibido este cruel entrenamiento.

Las imágenes se capturaron para documentar las técnicas más comunes utilizadas para romper los espíritus del elefante, con técnicas como el uso de un bullhook o gancho, una herramienta con que se pinchan áreas sensibles, cadenas para contenerlos y la exposición frecuente a situaciones estresantes.

Este tratamiento es para hacerlos lo suficientemente sumisos para que permitan ser montados, bañarse y otras interacciones turísticas. Además, el turismo impulsa la demanda de experiencias de elefantes, y los entrenadores se ven obligados a implementar estos métodos.

Además captaron a ocho elefantes jóvenes individuales que son robados por la fuerza de sus madres, atados a estructuras de madera mientras son golpeados repetidamente y cojean mientras caminan encadenados, a veces a lo largo de carreteras concurridas donde padecen el ruido de los automóviles.

También se documentó a elefantes sometidos a traumas físicos y psicológicos, mientras reciben golpes violentos y se ven claramente aterrorizados, especialmente al ser separados de sus madres.

Con el estancamiento de la industria durante la pandemia, al menos 85 campamentos de elefantes en Tailandia se vieron obligados a cerrar, despidiendo a más de cinco mil empleados, mientras que los que han logrado sobrevivir luchan por cuidar a sus elefantes.

Mientras tanto, la organización asegura que muchos elefantes han tenido que caminar kilómetros a través del país para regresar a donde viven sus dueños legales. A algunos se les ha permitido deambular libremente para forrajear bajo supervisión, ya que sus guardianes han luchado por alimentarlos.

Pero otros fueron cedidos a la industria maderera para realizar trabajos forzados, pese a que World Animal Protection ha proporcionado fondos esenciales para 13 campamentos éticos y amigables con los elefantes en toda Asia para ayudarlos a subsistir.

Como una solución sostenible a largo plazo, la organización sugiere prohibir la cría en cautiverio de elefantes para garantizar que las futuras generaciones se salven de vivir este proceso. Los turistas también pueden ayudar a eliminar esta práctica dejando de consumir y en vez de ello observarlos en su hábitat natural o apoyar campamentos amigables con los elefantes.

“Para la mayoría de los elefantes, no es posible regresar a la naturaleza, por lo que la mejor opción es un campamento amistoso para elefantes. Estos campamentos trabajan en un modelo de observación solamente, que todavía proporciona trabajo y un ingreso valioso a la población local, como los criadores de elefantes, conocidos como mahouts”, agregó la organización.

En estos centros, los elefantes tienen la libertad de deambular, pastar y bañarse mientras socializan, en lugar de ser utilizados para paseos extenuantes, mantenidos encadenados y expuestos al sol durante todo el día.

“Estamos en un punto de inflexión cuando se trata de nuestra relación con los animales silvestres. Durante mucho tiempo, estas criaturas inteligentes y sociables han sido víctimas de un cruel comercio que arranca a los bebés elefantes de sus madres y grupos familiares. En la naturaleza, los elefantes madre, hija y nieta pasan toda su vida juntas”, dijo Audrey Mealia, jefe global de Vida Silvestre en World Animal Protection.

“En cambio, están destinados a una vida de sufrimiento y brutalidad detrás de escena, cruelmente explotados para el entretenimiento, bajo la apariencia de diversión inocente para los visitantes. Los turistas se engañan creyendo que están ayudando a estos elefantes y la conservación de la especie, mientras que, en realidad, están creando la demanda de tales actividades.”

Finalmente, la organización informó que también está pidiendo a los líderes del G20 que apliquen una prohibición global del comercio de vida silvestre.

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