Teorema Ambiental/Redacción
El Pueblo Mágico de Tepoztlán en Morelos, es a partir del año 2000 un atractivo destino turístico. A partir de ese año, cuando recibió la denominación, su población se ha incrementado de alrededor 14 mil habitantes a casi 19 mil en la actualidad.
Además, la proximidad a las zonas metropolitanas de México y Cuernavaca ha provocado un sorprendente incremento turístico en esta última década que representa una “población flotante” los fines de semana de prácticamente otras cinco mil personas, que además de los turistas incluyen a todos los vendedores ambulantes que laboran en el lugar.
Esto sin considerar los eventos tradicionales como el carnaval, en el que se duplica esta “población flotante” y el pueblo pierde su encanto para convertirse en una feria y cantina al aire libre.
Esto ha despertado la codicia de los especuladores, quienes han empezado a detonar el potencial de un mercado inmobiliario, lo cual a su vez genera mayor consumo de materiales y oferta de trabajo que filtra algún beneficio a la población local.
“Tal es el caso del predio denominado ‘Cuacuachila’, que se encuentra al pie del imponente Cerro del Hombre, una de las majestuosas cordilleras del Valle de Atongo, ubicada abajo del conocido Campamento Meztitla de los Boy Scouts”, denunció la Asociación de Vecinos del Valle de Atongo, AC, en un comunicado.
“Este terreno de unos 50 mil metros cuadrados ha sido subdividido y se están vendiendo lotes sin respetar ninguna normatividad sobre el medio ambiente, como tampoco la normatividad sobre fraccionamientos.
“De acuerdo a estas disposiciones, los promotores deberían haber obtenido un estudio de impacto ambiental que determinara las superficies de captación de agua para recargar los mantos acuíferos locales de cuya agua depende toda la población de Tepoztlán, así como las normas para la dotación de agua y el tratamiento de las aguas negras que se generen para que estas no sean vertidas sobre el río Atongo.
“Tampoco se ha respetado la normatividad sobre anchos de calles, superficies de lotes y áreas de donación, que son indispensables para asegurar una adecuada circulación de peatones y vehículos; sobre todo cuando ‘Cuacuachila’ tiene un estrecho acceso en el que cabe un solo vehículo”, indica el documento.
Por su gran tamaño, esta lotificación ilícita difícilmente pasa inadvertida para la Asociación, quienes están preocupados por la evidente negligencia o colusión de las autoridades municipales que ignoran la normatividad ambiental y urbana vigentes, agregan los inconformes.
“Al respecto, se cuentan con oficios de la Regiduría y Dirección de Obras Públicas del Municipio que hacen constatar que no se han extendido permisos de construcción para este predio. ¿Cómo se construyó la gran barda de colindancia del terreno y el muro de contención invadiendo el derecho de vía del río Atongo? ¿Y cómo es que se están vendiendo lotes si no cuentan con las normas del Programa de Ordenamiento Territorial del Municipio ni las normas del Reglamento de Fraccionamientos del Estado de Morelos?
“Esta forma de las autoridades de no afrontar los problemas conforme lo marca la ley, se va a convertir en un verdadero desastre ambiental cuando la población de Tepoztlán, en un futuro próximo, vea restringida cada vez más su dotación de agua. Entonces será muy tarde: la actual e irresponsable administración municipal habrá concluido y no habrá a quién echarle la culpa”, concluye el comunicado.
