Agua

Saneamiento de las playas turísticas de México

La contaminación microbiológica del mar está provocando una crisis de salud con implicaciones globales masivas. Son las descargas al mar de aguas residuales domésticas, agrícolas e industriales, las que sin un tratamiento adecuado constituyen el problema que deteriora de manera grave los ambientes costeros y marinos del planeta.

El escenario global es el siguiente: en los últimos 20 años ha crecido la frecuencia y la toxicidad de las mareas rojas, un tercio de las costas del mundo enfrentan alto riesgo de degradación, debido al desarrollo de infraestructura y al aumento de la contaminación, unos 600 mil kilómetros de hábitat de pastos marinos están siendo destruidos y alrededor de 50 por ciento de los bosques de manglares se han perdido.

Este negro panorama fue presentado por la doctora Amparo Martínez Arroyo, coordinadora de asesores de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), durante la exposición denominada Enviropro, que se celebró en el World Trade Center de la ciudad de México en septiembre pasado. La funcionaria agregó que 11 por ciento de los arrecifes de coral fueron destruidos antes de 1988, 16 por ciento en 1988 y 30 por ciento se ven amenazados en los próximos diez años.

Estudios elaborados por la Secretaría de Salud señalan que hay un aumento de enfermedades adquiridas por bañistas en playas mexicanas. Por su parte, la Secretaría de Marina publicó recientemente un atlas, que muestra los sitios con diferentes grados de contaminación en las zonas costeras.

La amenaza sobre los ecosistemas marinos y costeros, con la posibilidad de más eventos extremos como erosión de playas, inundaciones y pérdida de ecosistemas es una realidad, afirmó Martínez Arroyo.

Frente a esta problemática, la Secretaría de Salud, la Semarnat, el Semar y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), realizan constantes monitoreos sobre la calidad del agua en las zonas costeras. Las autoridades, conscientes de que la salud de los océanos y las costas está directamente ligada al manejo de cuencas (incluyendo los flujos de agua dulce al mar), han fortalecido el monitoreo y la evaluación científica para poder tener un manejo sustentable de los ecosistemas marinos.

Acciones de corto y largo plazos

El gobierno ha emprendido acciones de corto plazo que consisten en reforzar los programas gubernamentales en los destinos y en las playas más críticas, mejorando los servicios municipales de limpia, aumentando también la infraestructura local de saneamiento e incrementando la participación ciudadana.

Para el desarrollo de infraestructura y mejoramiento de servicios participan el Prodder Conagua, los gobiernos locales, Promagua Conagua y Banobras; los programas de inversiones corren por cuenta de la Conagua, Comia-Cespedes; la Cruzada Nacional por un México Limpio es organizada por la Semarnat, en tanto que la Secretaría de Turismo lleva a cabo el Programa México Limpio y Querido.

Sin embargo, es necesario reforzar y coordinar las acciones de vigilancia epidemiológica por parte de la Secretaría de Salud y sancionar a los contaminadores de ríos, playas y zonas federales.

La autoridad reconoce que existen problemas técnicos que requieren solución, como son fijar límites de concentración de enterococos adecuados a las aguas de los mares mexicanos, determinar y monitorear indicadores de salud para nuestros ecosistemas costeros, fortalecer la infraestructura ambiental y el uso de tecnología limpia en zonas costeras e incorporarnos activamente a los esfuerzos internacionales por detener la contaminación marina.

Para responder a todo lo anterior, se creó el Sistema Federal de Información sobre Calidad del Agua en Playas Turísticas, que cuenta con un sitio en Internet en español, inglés y francés, que actuará con los sistemas locales de información. A su vez, se han creado nueve laboratorios nacionales (siete pertenecen a la Secretaría de Marina, uno de Salud y uno de IMTA) y 17 laboratorios estatales de Salud en condiciones para realizar el monitoreo de enterococos.

Otras acciones han consistido en la formación de un Grupo Intersecretarial de atención a monitoreo de playas e impulso de un esquema de certificación, así como la creación de comités de playas limpias.

Información transparente

Uno de los aspectos más importantes de todas las acciones emprendidas consiste en hacer transparente la información disponible hacia el público en general, debido a que los turistas y promotores turísticos colocarán la problemática en su exacta dimensión.

Por ejemplo, existe la creencia de que la contaminación afecta a todo el destino y no a playas específicas. Esta visión perjudica a los destinos turísticos limpios, al ver lesionados sus intereses por un mal manejo de la información. Afortunadamente, todavía no existe una insalubridad generalizada en las playas mexicanas.

Pero hay que estar atentos. Según Martínez Arroyo, la política ambiental para mares y costas debe enfocarse a proteger ecosistemas y especies amenazadas, construir una política nacional para los mares y las costas, cumplir con los compromisos internacionales, fortalecer la capacidad institucional, aplicar instrumentos de gestión para prevenir, revertir, controlar y detener los daños.

De tal manera que no hay que perder de vista que México posee 1.5 veces más territorio marino que terrestre y que a lo largo de sus 11 mil kilómetros de costas sobresalen actividades petroleras, turísticas y pesqueras. La tarea es ardua y hay que reconocer que existe contaminación por hidrocarburos, petroquímicos, plaguicidas, por aguas residuales, por deforestación, por extracción ilegal de recursos naturales y minerales, por explotación de sal y extracción de fosforita.

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO