Panamá está comprando agua embotellada en el exterior y algunas de sus embajadas están contribuyendo a paliar la escasez
Panamá.— Apenas tres litros de agua por persona es la cuota que le están proporcionando a cada ciudadano las juntas comunales de corregimientos en las zonas afectadas por el desabastecimiento en la capital.
Una parte importante de los vecinos de Ciudad de Panamá que dependen del suministro de agua potable de la planta de Chilibre, siguen sin recibir la suficiente cantidad y la que les llega no está apta para el consumo.
Panamá está comprando agua embotellada en el exterior y algunas de sus embajadas están contribuyendo a paliar la escasez con el envío de donaciones, mientras las autoridades intentan evitar la especulación y venta de las botellas.
Camiones cisternas siguen también la distribución en zonas populares donde la gente acude con todo tipo de recipientes para llenarlos después de hacer largas filas.
Voceros del Instituto de Acueductos y Alcantarillados señalan que las aguas del lago Alajuela, que sirve de fuente a la planta Chilibre, siguen con altos niveles de turbiedad, lo que afecta los filtros de sedimentación y otros mecanismos.
Desde el pasado 8 de diciembre los barrios que dependen de Chilibre están virtualmente desabastecidos, algunos incluso de forma total, pues el nivel de potabilización es muy bajo y las cantidades procesadas son insuficientes para satisfacer la demanda.
El gobierno ha salido muy mal parado de la crisis, pues la gente estima que la estructura administrativa y operativa del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales, que data de 1975, es la responsable.
En consecuencia, el Ejecutivo se vio forzado a proponer cambios en la institución para garantizar que el servicio no se interrumpa nuevamente por la carencia de recursos técnicos y de personal idóneo.
Fuente: Prensa Latina
