El Acueducto Independencia afectaría la vida de la tribu yaqui y pondría en riesgo su supervivencia cultural
Alejandra Crail
México, D.F.— Después de una larga espera, el pueblo yaqui logró el amparo en contra de la Autorización de Impacto Ambiental (AIA) que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) había otorgado para la construcción del Acueducto Independencia en Sonora.
La semana pasada dos representantes, autoridades tradicionales del pueblo Vicam, primera cabecera de los ocho pueblos de la tribu yaqui, se reunieron en las instalaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para apelar en contra de la construcción antes mencionada, la cual afectaría el agua, la flora y fauna de las tierras sonorenses.
La Primera Sala confirmó por unanimidad el amparo otorgado el año pasado, el cual deja sin efecto la AIA del acueducto. Dicha autorización violaba el derecho a la consulta e información de la tribu.
Fuera de las instalaciones de la SCJN, integrantes de la tribu y partidarios con la causa se reunieron para dar su apoyo mediante pancartas y discursos. “El agua se ve como una mercancía y no como un bien para la supervivencia humana”, aseguraron.
En julio de 2010, la Semarnat otorgó a través de su órgano desconcentrado, la Comisión Nacional del Agua (Conagua), 50 millones de metros cúbicos de agua para la construcción del Acueducto Independencia. Ese mismo mes se publicó la convocatoria para licitar la construcción del acueducto, esto a pesar de la suspensión dictada por la juez octavo de distrito con residencia en Sonora. En noviembre del mismo año, fue ingresada a Semarnat para su evaluación la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para la construcción del Acueducto Independencia, autorizada por la misma dependencia.
En ninguno de los procesos antes descritos —concesión de agua por parte de Conagua, publicación de la licitación y procedimiento de evaluación de impacto ambiental— se cumplió con lo que establece la ley respecto de la obligación de informar y buscar el consentimiento previo, libre e informado de las comunidades indígenas respecto de recursos naturales sobre los cuales tienen derechos de propiedad reconocidos.
“El gobierno ya no se acuerda cuando está en la silla que el pueblo lo ha nombrado. Estamos llenos de políticas incoherentes, que ven por intereses individuales y no de la mayoría”, denunciaron.
Mario Luna, secretario de la autoridad yaqui, quien estuvo presente en la audiencia pública expresó: “esperamos que ahora sí el gobierno de Sonora tome una actitud responsable y trabaje para llevar agua a todos los sonorenses, tomando en cuenta que existen muchas opciones más para abastecer de agua al pueblo de Sonora, y en particular a Hermosillo, y sea éste el primer paso para que el gobierno mexicano aproveche la oportunidad de saldar la deuda histórica que se tiene con los pueblos indígenas».
Los representantes del pueblo Vicam agradecieron a los más de tres mil firmantes de la petición creada en change.org/aguaparayaquis, su apoyo, solidaridad y les pidieron seguir pendientes de los pasos por venir en este tema.
Los representantes de la tribu yaqui manifestaron su deseo de que también se reconozca la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el sentido de garantizar a los pueblos indígenas el derecho al consentimiento previo, libre e informado sobre su territorio y los recursos naturales que tradicionalmente utilizan.
El agua del río Yaqui es parte de la ritualidad y cosmovisión de la tribu, es el principal elemento productivo y es la base de su sistema económico, social y cultural. La decisión de construir el Acueducto Independencia y desviar el cauce del río para abastecer a la ciudad de Hermosillo constituye una amenaza a la supervivencia de la tribu, quien ya padece desde hace años problemas de escasez de agua.
Con información del Centro Mexicano de Derecho Ambiental
Teorema Ambiental
