Agua

Fuertes lluvias enlutan a Centroamérica

Las fuertes precipitaciones en Centroamérica han provocado la muerte de unas 300 personas desde mayo, cuando comenzó la temporada de lluvias en la región

TEGUCIGALPA.— Las inundaciones, derrumbes, deslaves y otros incidentes asociados al clima afectan principalmente a Guatemala, Nicaragua y Honduras, donde hay un número mayor de víctimas mortales y las autoridades contabilizan millonarias pérdidas económicas.

Los aguaceros del fin de semana en Guatemala dejaron 46 muertos, mientras que los cuerpos de socorro intentan rescatar del lodo a decenas de personas aún sepultadas.

También dañaron 15 mil 468 hectáreas de cultivo y el impacto económico asciende a seis millones 800 mil dólares, con 23 mil 385 familias afectadas, según un informe del Ministerio de Agricultura divulgado la noche del martes.

Cientos de guatemaltecos lloran hoy la muerte de sus familias y ruegan por un mejoramiento de las condiciones climáticas, pero los pronósticos para los próximos días son poco alentadores.

Los meteorólogos pronosticaron la continuación de los aguaceros en la denominada temporada invernal, clasificada ya como la peor de los últimos 60 años.

Por su parte, la Comisión Permanente de Contingencias en Honduras estima que los episodios de la temporada dejaron hasta hoy unos 55 fallecidos.

El último de esos sucesos ocurrió el fin de semana, cuando un deslave causó cinco muertes y las autoridades desalojaron a mil 600 personas.

Asimismo quedaron destruidas unas tres mil hectáreas de cultivo de caña de azúcar por las inundaciones en la región sur.

En Nicaragua, las lluvias también dejaron un saldo de al menos 40 fallecidos y unas cuatro mil viviendas destruidas en los últimos tres meses, según un informe emitido la semana anterior por la Defensa Civil del Ejército.

Al respecto el gobierno nicaragüense prepara un Plan de Contingencia para enfrentar el incremento de las precipitaciones durante septiembre y octubre, a fin de preservar a la población y garantizar su alimentación y atención médica.

El Salvador quedó muy lastimado por la tormenta tropical Agatha en mayo y desde Costa Rica llegan noticias sobre varios muertos por el derrumbe de viviendas, además del colapso de puentes y carreteras.

En el área ocurren constantemente aludes de tierra o deslizamientos menores producto de la saturación de los suelos, causa primordial de los decesos, por lo que países como Guatemala decretaron emergencia nacional y otros como El Salvador, Honduras y Nicaragua mantienen la alerta.

Los derrumbes también bloquean las carreteras, algunas de ellas vitales para el comercio interno y la exportación de mercancías entre las naciones afectadas y México, que también sufre los embates del clima.

Ante el desastre, que sacude en distinta medida a los países del istmo, el Congreso guatemalteco aprobó la ampliación presupuestaria solicitada por el gobierno para atender la emergencia climática.

La iniciativa, que estuvo bloqueada durante semanas por la oposición, fue ratificada por todos los partidos, que avalaron la liberación de mil 300 millones de quetzales, unos 164 millones 500 mil dólares.

Todos los pronósticos advierten que las lluvias continuarán y serán más intensas durante los meses venideros, en una región cuyos suelos ya están prácticamente saturados por los abundantes aguaceros caídos desde que comenzó la temporada húmeda.

El cambio climático es el responsable de este devastador ciclo de las aguas, que provoca aguaceros más intensos y frecuentes en la empobrecida Centroamérica, donde aún son débiles las acciones gubernamentales para atenuar los efectos del calentamiento global.

Fuente: Prensa Latina

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