Agua

Buscan nueva fuente de abastecimiento de agua para la CDMX

La opción es traer agua de otras entidades para evitar la extracción en pozos megaprofundos

Teorema Ambiental/Redacción

Aunque por una parte el Gobierno de la Ciudad de México pretende mitigar un 20 por ciento la pérdida de agua potable en fugas, también busca atraer nuevas fuentes de abasto de agua potable para abastecer la zona oriente, principalmente Iztapalapa. La opción más viable es traer el líquido agua de otras regiones del país.

Este nuevo proyecto implicaría la construcción de otro sistema parecido al Cutzamala, el cual aporta cerca de un tercio de los 33 mil litros por segundo que se distribuyen diariamente en la ciudad y que proviene de los estados de México y Michoacán, hacia el poniente de la ciudad.

Sin embargo, ya no alcanza para que el líquido llegue a la zona centro y oriente de la urbe, señaló el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) en un comunicado. Por ello, se exploran nuevas alternativas para abastecer a esta zona de la ciudad, la cual padece severos problemas de disponibilidad.

“Nosotros estamos trabajando con Comisión Nacional del Agua (Conagua), con el Estado de México para tener nuevas fuentes de abastecimiento para el oriente de la ciudad. Todavía no estaríamos en condiciones de platicarlas, pero hay otras opciones que nos permitirían que llegaran aportaciones de agua directamente al oriente”, dijo la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, el pasado 1 de abril ante la prensa y negó que se pensara en buscar pozos megaprofundos debido a que se desconocen los efectos colaterales.

La posible nueva fuente de abastecimiento provendría de estados como México, Veracruz y Puebla.

Sin embargo también habría efectos negativos.

La mejor estrategia para evitar una crisis de agua potable es el ahorro y el combate de fugas en la red. Además, habría problemas con las comunidades desde donde se extrae el agua, como actualmente ocurre con el sistema Cutzamala, donde en 2012 los pobladores de Temascaltepec se opusieron a que el agua de su región se incorporara a este megaacueducto.

Esta problemática se acentúa en época de estiaje, pues el agua se utiliza más en los estados de México y de Michoacán para el riego de sembradíos, por lo que el abasto para la Ciudad de México baja hasta mil litros por segundo, mientras que en el poniente del Valle de México aumenta la demanda hasta dos mil litros por segundo.

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