Agua

Arrecifes coralinos sin ellos no habría más vida

Pequeños animales han construido lo que se conoce como arrecifes (piedra caliza, bancos, islas, atolones y archipiélagos) y estos diminutos constructores producen a su vez, lo que es el coral, el cual ha estado en el mar desde antes de que los dinosaurios aparecieran y siguieron ahí después de que se fueron. Pero estos animales también pueden morir (al igual que los dinosaurios).

Científicos marinos han puesto una mayor atención a los arrecifes de coral y advierten sobre su posible destrucción. Los avances en investigación científica han permitido llegar a la conclusión de que sin estos pequeños animales y los arrecifes de coral, la vida en el planeta se vería seriamente afectada.

Las zonas donde hay arrecifes de coral sirven de hogar para un cuarto de todas las plantas y animales marinos. Se trata de cerca de un millón de especies de peces, cangrejos, anguilas, moluscos, esponjas, lombrices, hierbas y algas. La mayoría de los animales viven en los arrecifes o los usan como viveros para protegerse.

Los corales proveen una filtración natural del agua marina para beneficiar a sus “vecinos” y estos ecosistemas soportan una enorme variedad de tipos de peces, de los cuales dependen millones de personas en el mundo, sobre todo para quienes viven en las costas. Su colapso podría significar hambruna.

Los corales son una especie de puertos naturales, que tomaron millones de años en formarse, y que sirven como una especie de pared que controla las mareas, las tormentas tropicales y los huracanes. También funcionan como enormes fábricas de arena, creando piedra caliza de minerales disueltos en el agua de mar, que además ayuda a evitar la erosión de las líneas costeras.

Zonas oscuras del conocimiento humano

Al igual que los bosques tropicales, los arrecifes de coral son el centro de una enrome biodiversidad, un gran embalse del intrincado DNA que apenas comienza a explorarse y una composición natural que todavía no llegamos a comprender cabalmente.

Científicos australianos en Queensland han desarrollado una pantalla solar de las sustancias que los corales usan para protegerse de la luz ultravioleta, en tanto que en Menlo Park, California, la empresa Neurex Corporation creó una potente droga contra el dolor, la cual se elaboró a partir del veneno de los caracoles marinos que rondan los arrecifes. Se trata de una sustancia más potente que la morfina, que si se inyecta de manera directa en la médula espinal, elimina el dolor de quienes sufren de cáncer u otro tipo de males.

Los arrecifes de coral deben ser rescatados, cuidados y vigilados con esmero incluso por razones económicas, debido a que son como impresionantes parques bajo el agua, donde millones de personas pueden deleitarse y pagar por ello una cuota. Para muchas naciones significarían ingresos importantes vía turismo.

En cuanto a la pesca, una práctica que debe ser eliminada e incluso penalizada es el uso de dinamita por sus evidentes consecuencias: destruyen no sólo los peces, sino también los arrecifes de coral. El uso de cianuro por parte de algunos restaurantes y supermercados es fatal. En aras de satisfacer al cliente, los pescadores utilizan cianuro para atrapar a los animales marinos vivos, pero el químico afecta los arrecifes de coral.

Sólo 10% del agua negra es tratada en AL

La basura orgánica que proviene de las principales ciudades del mundo, llega a los mares con una sobrecarga de nutrientes, provocando el bloqueo de la luz del sol que los corales necesitan para vivir. El fenómeno se conoce como eutrofización y es uno de los principales problemas que se presentan en el Caribe y América Central, donde sólo un 10 por ciento de las aguas negras es tratado de manera apropiada.

Al mar llegan, a través de los ríos, fertilizantes químicos que representan también una sobrecarga de nutrientes para las algas y afectan a su vez al coral. Herbicidas y pesticidas son, definitivamente, abonos tóxicos. La industria petrolera y la actividad industrial aportan con petroquímicos y metales pesados un “grano de arena” más para afectar a la vida marina y en particular las zonas de arrecifes de coral.

Lo más grave de la situación que enfrentan los arrecifes de coral, es que en los últimos años se han presentado una serie de epidemias, que en muchos aspectos son desconocidas por la ciencia. Los corales se han blanqueado y en muchos casos se trata de una enfermedad mortal, que viene asociada con las altas temperaturas del agua y que también tiene que ver con el calentamiento global del planeta, producto de la actividad humana.

Científicos reportaron en el Journal Nature que nuevas especies de coral blanqueado y una bacteria asesina destruyeron arrecifes en dos o tres días, cuando enfermedades similares lo hacían antes en semanas o meses.

Desde marzo de 1998, científicos australianos advirtieron que el incremento de óxido de carbono en la atmósfera terrestre estaba aumentando la acidez de las aguas superficiales de los océanos del mundo, haciendo más difícil la vida para los arrecifes de coral.

Alto grado de inconciencia

Lo más preocupante de la situación es la falta de conciencia entre muchas personas, sobre todo entre quienes realizan excavaciones en los arrecifes de coral para obtener piedra caliza y arena, para posteriormente usarla en materiales para la construcción, en los hoteles como decoración o para elaborar artesanías.

La destrucción de los manglares también trae consecuencias graves sobre los arrecifes de coral, ya que sirven como un filtro contra la arena e incluso la contaminación, evitando que ésta llegue a las aguas claras y cristalinas.

Las voces de alerta están en todas partes. Los científicos marinos han logrado pequeños avances en el diseño de biosferas a gran escala y expertos en coral de la Universidad de York en Gran Bretaña han descubierto que la protección de aguas superficiales ayuda a regenerar los daños ocasionados a aguas más profundas.

Por último, en la Universidad de Guam se han logrado manejar y cultivar diez especies de coral, que se espera puedan ser benéficas para la acuacultura y que permitan crear granjas de coral. Con esto, se reduciría la presión sobre los arrecifes naturales y además ayudaría a regenerar las zonas afectadas.

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