En México, cerca de 12 millones de habitantes carecen del servicio de agua y 25 millones no cuentan con alcantarillado y saneamiento adecuados.
Además, requieren tratamiento 80 por ciento de las aguas negras que se vierten a los drenajes, ríos, acuíferos y otros cuerpos receptores.
En términos de inversión, el esfuerzo que se debe desplegar es de aproximadamente 20 mil millones de dólares si se utilizan parámetros de costo promedio. Dado que esta suma es bastante considerable, es urgente la participación de todos los actores: gobiernos federal y estatales, ciudades e inversionistas privados. La idea es integrar propuestas de atención financieramente viables y accesibles a la ciudadanía, desde el punto de vista recaudatorio o fiscal y también desde la perspectiva de fijar tarifas justas y apoyos presupuestales.
Para asegurar lo esencial de la vida, es necesario avanzar sobre un enfoque integral en el manejo del agua y la solución al problema de abastecimiento.
Es preciso diseñar programas explícitos sobre ahorro del agua en la agricultura y en la satisfacción de las necesidades de la industria y los sectores urbanos más desfavorecidos.
El tratamiento de las aguas residuales tiene que vincularse con su reuso, tanto en la agricultura como en la industria, así como la incorporación cuidadosa de los lodos producto del tratamiento en los campos productivos, manifestó Manuel Contijoch, especialista internacional en recursos hidráulicos y presidente del Comité Internacional de Irrigación y Drenaje de México.
Asimismo, agregó, debe dar nuevas soluciones a la población dispersa de las comunidades rurales y a los habitantes de las colonias marginales, mediante un abastecimiento de agua confiable y seguro y con su correspondiente saneamiento.
El debate sobre un recurso estratégico tan esencial para el desarrollo como es el agua se ha generalizado y cubre ahora campos como la economía, el medio ambiente, el combate a la pobreza y la seguridad alimentaria.
Por ejemplo, tan sólo en el ámbito de la irrigación mundial existen 260 millones de hectáreas que producen 40 por ciento de los alimentos del orbe. Una adecuada irrigación es una contribución muy significativa y explica el porqué la humanidad ha sido capaz de conseguir un incremento en la disponibilidad de alimentos per se, a pesar del incremento de la población y es que los sistemas se han basado en la incorporación de nuevas superficies al riego.
Tan sólo en la problemática alimentaria, para los próximos 50 años se tendrá que duplicar la producción de alimentos, utilizando básicamente los mismos recursos que hoy se emplean y de este incremento 90 por ciento provendrá de las zonas de riego.
En México, las áreas bajo riego producen 55 por ciento de los alimentos y generan 80 por ciento del empleo rural. La gran tarea consistirá en incrementar la producción de alimentos y además satisfacer las necesidades de agua potable de las grandes ciudades del país.
Contijoch también es miembro del Water Resources Advisory Committee (WRAC) de Suez, organismo mundial dedicado a los servicios y protagonista del desarrollo sostenible al ofrecer soluciones globales para el medio ambiente, la energía, el agua y la gestión de residuos para empresas, particulares y para la colectividad en general.
El WRAC está presente en más de 120 países y con sus 180 mil colaboradores, ofrece una gama completa de saber hacer en cada una de sus actividades, domina las tecnologías de punta y los medios financieros adaptados a las actividades ligadas con urbanización, desregulación y privatización.
Este comité interviene en nuestro país con actividades particulares en agua y energía, con empresas como Aguas, Servicios e Inversiones de México (ASIM), Tecnología Servicios de Agua (Tecsa), Degrémont, Nalco, Tractebel Egi, Temi y Trigen.
Esta última, por ejemplo, explota una central de trigeneración (producción simultánea de electricidad, de calor y frío) de MW en el sitio industrial Primez de Altamira, cerca de Tampico.
Tractebel ganó en Guadalajara una concesión de distribución de gas natural y explota 100 kilómetros de gasoductos y vende diariamente 1.7 millones de metros cúbicos a casi 100 clientes industriales.
En Querétaro, Tractebel, por conducto de Distribuidora de gas de Querétaro (Digaqro), asegura la distribución de gas natural en el marco de una concesión de 30 años. En unos cinco años, la empresa calcula que podrá extender de manera considerable la red de distribución y abastecer a 40 mil clientes.
Por último, en cuanto a energía se refiere, Tractebel en Tampico, Ciudad Madero y Altamira obtuvo una concesión de distribución de gas natural y actualmente desarrolla una red de distribución que pueda conectar casi 30 mil clientes para finales del 2002.
En cuanto al agua, en San Luis Potosí Ondeo Degrémont fue declarada adjudicataria del proyecto Bot Tenorio, que consiste en la construcción de una planta de tratamiento de aguas negras, que a su vez se reutilizarán en riego agrícola y en el sistema de enfriamiento de la central termoeléctrica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
En Culiacán, un contrato Bot que se refiere a la construcción de una planta depuradora con una capacidad diaria de 150 mil metros cúbicos y colectores asociados, fue adjudicado al consorcio Ondeo-Degrémont-Tribasa en 1998, y la puesta en servicio está prevista para septiembre del presente año.
En Puebla, este mismo grupo construye cuatro plantas de tratamiento de efluentes residuales, con una capacidad diaria de 300 mil metros cúbicos, junto con la construcción de colectores asociados así como la explotación de estas instalaciones durante 20 años.
Aguas Residuales de Ciudad Juárez es una empresa concesionaria y constituida para la realización y explotación de dos plantas de tratamiento de efluentes residuales (302 mil 400 metros cúbicos por día). El contrato dio inicio en octubre de 1988 y prevé un reciclaje de las aguas servidas en el ámbito agrícola. Ondeo Degrémont inició la fase de explotación al principio del año pasado.
Aquasistema Salina Cruz opera como empresa concesionaria de una planta de aguas industriales para el complejo petroquímico de Salina Cruz de Pemex en Oaxaca. El proyecto prevé la construcción y la explotación de las instalaciones de desalinización de las aguas de enfriamiento (13 mil metros cúbicos por día) y el tratamiento de aguas servidas con reciclaje en aguas de proceso (nueve mil metros cúbicos por día).
