Agua

Acuíferos deben reabastecerse con agua residual potabilizada: UAM

La ciudad de México sufre hundimientos anuales de hasta 60 centímetros y los pozos tienen abatimientos de dos metros

AcuidebenCIUDAD DE MÉXICO.— Para la sustentabilidad del Valle de México es necesario detener la sobreexplotación de los acuíferos y reabastecerlos con aguas residuales potabilizadas, señaló el rector de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), José Lema Labadie, quien resaltó que la ciudad de México sufre hundimientos anuales de hasta 60 centímetros y los pozos tienen abatimientos de dos metros.

Cada año la cuenca expulsa mil 700 millones de metros cúbicos de agua, volumen casi tres veces mayor al “importado” por los sistemas Lerma y Cutzamala.

Durante el foro “Cuencas y ciudades, propuesta e iniciativas para la sustentabilidad de las cuencas de México, Alto Lerma y Tula”, Lema Labadie criticó la posible firma de un contrato para la planta de tratamiento Atotonilco, con el cual se “exportarían” las aguas residuales de la cuenca en los próximos 25 años, a un costo de 14 mil millones de pesos, pese a que el líquido se requiere para la recarga de los acuíferos.

Además, subrayó, frente a la decisión oficial de canalizar 17 mil millones de pesos para excavar una cuarta salida de agua de la cuenca en vez de almacenar el líquido pluvial en los lechos lacustres a un costo menor, vale la pena reflexionar sobre las propuestas planteadas en su tiempo por Nabor Carrillo Flores, destacado investigador y rector de la Universidad Nacional Autónoma de México entre 1953 y 1961, quien ya desde la década de 1960 había diseñado una serie de estrategias para terminar con las inundaciones y abastecer de agua a la zona metropolitana de la ciudad de México.

Lema Labadie expresó que ahora que se registran hundimientos y grietas en varias zonas de la ciudad y hay escasez hídrica e inundaciones, se evidencia el agotamiento del modelo de gestión de agua que Carrillo Flores intentó corregir.

Incluso recordó que con sus múltiples estudios sobre el tema, en los que se plantearon los graves daños que causaría la sobreexplotación de los acuíferos, logró que el presidente Adolfo Ruiz Cortines emitiera en 1954 un decreto que prohibía nuevas explotaciones de agua subterránea en la cuenca del Valle de México.

En ese año se extraían ocho metros cúbicos de agua por segundo y hoy son 60. En aquellos años había tres millones de personas en la zona y ahora son 19 millones; la ciudad se hundía 30 centímetros al año y el nivel de agua en los pozos descendía un metro al año, pero actualmente el suelo se hunde 60 centímetros y los pozos padecen mermas de hasta dos metros en el mismo lapso.

La tasa de sobreexplotación de dichos acuíferos supera 300 por ciento, pero ello no ha impedido la autorización de cientos de miles de nuevas viviendas, aseveró el rector de la UAM al recordar el legado y las propuestas de Nabor Carrillo.

Fuente: La Jornada

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