Cifras oficiales indican que en México cada año se producen entre 150 mil y 250 mil toneladas de desechos electrónicos. Entre ellos, pilas y teléfonos celulares, que cuando no se separan de otros desechos pueden desprender en los rellenos sanitarios sustancias tóxicas dañinas a la salud y el medio ambiente.
En la ciudad de México, se han emprendido programas que buscan evitar parte de este riesgo, al recuperar pilas, principalmente las de origen ilegal, que poseen metales nocivos como el mercurio.
“A año y medio de iniciado este programa especial, hemos recuperado 35 toneladas de pilas que se han depositado en 230 contenedores en la vía pública para poder acopiarlas, para poder reciclarlas”, comentó Martha Delgado Peralta, secretaria del Medio Ambiente del Distrito Federal.
Un plan más reciente impulsado por empresas de telefonía celular, busca recuperar los dispositivos móviles a través de 88 buzones de acopio, distribuidos en todo el país.
En medio año, se ha logrado evitar que terminen en la basura 13 mil celulares. Sus materiales los aprovechan empresas recicladoras para transformarlos en otros insumos.
“Los plásticos se usan para aglomerados de defensas de autos o para hacer señalización de plástico en carreteras. Las partes electrónicas, las tarjetas de circuito impreso, se funden y sus metales preciosos se recuperan y se usan en joyería, en las mismas tarjetas de circuito impreso o en conductores”, dijo José Luis Orozco Carvajal, director de Asuntos Ambientales en América Latina de Nokia.
Si bien los promotores de estos programas reconocen que los resultados son mínimos en comparación con la cantidad de desechos tecnológicos que terminan mezclados en la basura, señalan que lograr un reciclaje masivo es una labor que puede tomar décadas.
Se estima que 80 por ciento de los mexicanos tendrán celular en 2008. En el país, cada año se utilizan 600 millones de pilas, unas seis por habitante.
Fuente: Once Noticias
