Colaboraciones

Extractos vegetales: una alternativa para el control de enfermedades agrícolas

Por: IBQ Tania Belén Álvarez Gómez, Dra. María Valentina Angoa Pérez

Desde sus inicios, la agricultura ha sido de gran importancia para el hombre ya que a partir de ésta es posible contar con la cantidad de alimentos que se requieren para alimentar a toda la población.

Uno de los principales problemas a que se enfrentan los productores agrícolas son las enfermedades, las cuales causan pérdidas de los cultivos, la consecuente disminución de la producción y, al mismo tiempo, pérdidas económicas debido a la gran inversión que implica la compra de agroquímicos para el control de las mismas.

Por otro lado, es importante mencionar que el uso inadecuado de estos agroquímicos ha ocasionado contaminación, erosión de nuestros suelos, pérdida de biodiversidad, además de generar organismos resistentes a los productos químicos empleados para su control, lo que ha traído como consecuencia la necesidad de aplicación de productos más tóxicos, los cuales no sólo afectan a los organismos causantes de enfermedades, sino también a las personas que los aplican y al consumidor mismo.

Por lo tanto, se han buscado alternativas que contrarresten dichos efectos, tales como el uso de productos biológicos que permitan producir alimentos inocuos para la salud humana y amigables con el medio ambiente, lo que se traduce en sistemas agrícolas sustentables, esto es, sistemas que permitan mantener los recursos necesarios para sostener la creciente población mundial a largo plazo, sin poner en peligro los recursos naturales para las futuras generaciones.

Dentro de estas alternativas se encuentra el uso de productos biológicos, que no son más que productos elaborados a partir de organismos vivos o recursos renovables, e incluso el uso de prácticas culturales tradicionales en combinación con las nuevas prácticas tecnológicas, que pueden llegar a ser elementos clave en el manejo integrado de los cultivos.

Un ejemplo de los productos antes mencionados son aquellos elaborados a partir de plantas. En este sentido, prácticas ancestrales de diversas culturas en distintas regiones del planeta, han mostrado resultados positivos para combatir enfermedades causadas por microorganismos como las bacterias y hongos. Dicha revalorización de las propiedades antimicrobianas de compuestos presentes en las plantas, ha cobrado mayor fuerza debido al trabajo riguroso y formal de diversos grupos de investigadores en todo el mundo.

En este sentido, en los últimos años se han realizado estudios a partir de extractos de plantas de arroz, los cuales presentan actividad antimicrobiana hacia la bacteria causante del rayado bacteriano y quemado del arroz; de igual manera extractos de guamúchil, ajo, cebolla, guayaba, eucalipto, peral, sábila, papaya, chile, entre otros, tienen efectos antimicrobianos contra hongos que causan enfermedades como la podredumbre gris, pudrición blanda de la fruta, la podredumbre azul del manzano, la mancha de la fruta y la marchitez del tomate.

Como ha podido comprobarse, el uso de extractos de plantas se ha convertido en una opción para el control de organismos causantes de plagas y enfermedades, además de una alternativa viable en la agricultura, ya que estos extractos contienen compuestos naturales, los cuales resultan ser menos tóxicos y perjudiciales tanto para el medio ambiente como para el ser humano, además de que su aplicación tiene gran potencial para ser utilizado en tratamientos postcosecha.

Más información: Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional CIIDIR-IPN-Unidad Michoacán.

Extractos vegetales: una alternativa para el control de enfermedades agrícolas

Por: IBQ Tania Belén Álvarez Gómez, Dra. María Valentina Angoa Pérez

Desde sus inicios, la agricultura ha sido de gran importancia para el hombre ya que a partir de ésta es posible contar con la cantidad de alimentos que se requieren para alimentar a toda la población.

Uno de los principales problemas a que se enfrentan los productores agrícolas son las enfermedades, las cuales causan pérdidas de los cultivos, la consecuente disminución de la producción y, al mismo tiempo, pérdidas económicas debido a la gran inversión que implica la compra de agroquímicos para el control de las mismas.

Por otro lado, es importante mencionar que el uso inadecuado de estos agroquímicos ha ocasionado contaminación, erosión de nuestros suelos, pérdida de biodiversidad, además de generar organismos resistentes a los productos químicos empleados para su control, lo que ha traído como consecuencia la necesidad de aplicación de productos más tóxicos, los cuales no sólo afectan a los organismos causantes de enfermedades, sino también a las personas que los aplican y al consumidor mismo.

Por lo tanto, se han buscado alternativas que contrarresten dichos efectos, tales como el uso de productos biológicos que permitan producir alimentos inocuos para la salud humana y amigables con el medio ambiente, lo que se traduce en sistemas agrícolas sustentables, esto es, sistemas que permitan mantener los recursos necesarios para sostener la creciente población mundial a largo plazo, sin poner en peligro los recursos naturales para las futuras generaciones.

Dentro de estas alternativas se encuentra el uso de productos biológicos, que no son más que productos elaborados a partir de organismos vivos o recursos renovables, e incluso el uso de prácticas culturales tradicionales en combinación con las nuevas prácticas tecnológicas, que pueden llegar a ser elementos clave en el manejo integrado de los cultivos.

Un ejemplo de los productos antes mencionados son aquellos elaborados a partir de plantas. En este sentido, prácticas ancestrales de diversas culturas en distintas regiones del planeta, han mostrado resultados positivos para combatir enfermedades causadas por microorganismos como las bacterias y hongos. Dicha revalorización de las propiedades antimicrobianas de compuestos presentes en las plantas, ha cobrado mayor fuerza debido al trabajo riguroso y formal de diversos grupos de investigadores en todo el mundo.

En este sentido, en los últimos años se han realizado estudios a partir de extractos de plantas de arroz, los cuales presentan actividad antimicrobiana hacia la bacteria causante del rayado bacteriano y quemado del arroz; de igual manera extractos de guamúchil, ajo, cebolla, guayaba, eucalipto, peral, sábila, papaya, chile, entre otros, tienen efectos antimicrobianos contra hongos que causan enfermedades como la podredumbre gris, pudrición blanda de la fruta, la podredumbre azul del manzano, la mancha de la fruta y la marchitez del tomate.

Como ha podido comprobarse, el uso de extractos de plantas se ha convertido en una opción para el control de organismos causantes de plagas y enfermedades, además de una alternativa viable en la agricultura, ya que estos extractos contienen compuestos naturales, los cuales resultan ser menos tóxicos y perjudiciales tanto para el medio ambiente como para el ser humano, además de que su aplicación tiene gran potencial para ser utilizado en tratamientos postcosecha.

Más información: Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional CIIDIR-IPN-Unidad Michoacán.

Palabras clave: alimentos, extractos vegetales, agroquímicos, cultivos, agricultura

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