Se detectaron lugares con niveles de entre 30 mil y 40 mil partes de plomo por millón de partículas
SAN SALVADOR.— Autoridades salvadoreñas decretaron estado de emergencia ambiental en una zona cercana a esta ciudad, por la elevada contaminación con plomo aún presente alrededor de una fábrica de baterías que cerró en 2007.
De acuerdo con el ministro de Medio Ambiente, Herman Rosa, pruebas efectuadas junto a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos detectaron lugares con niveles de entre 30 mil y 40 mil partes de plomo por millón de partículas, cuando la norma establece como límite 400 partes por millón de partículas.
La contaminación afecta a un área con cerca de 700 viviendas y una población de unos cuatro mil habitantes.
Esta es la primera vez que se decreta el estado de emergencia ambiental en la nación centroamericana para implementar planes de mitigación, señaló Rosa la víspera en conferencia de prensa.
La medida, que regirá seis meses, incluye un área comprendida dentro del radio de mil 500 metros a partir de las instalaciones de la antigua planta de fabricación y reciclaje de baterías ácido plomo para automóviles Récord de la Sociedad de Baterías de El Salvador, detalló el funcionario.
La empresa operaba en un poblado rural de la ciudad de San Juan Opico, La Libertad, 43 kilómetros al noroeste de San Salvador.
Las iniciativas de mitigación prevén el sellado con asfalto de las calles y caminos cercanos a la fábrica, el acordonamiento en unos 200 metros alrededor de esas instalaciones, restricción de acceso y uso de las zonas donde se detecten concentraciones de plomo que representen un peligro para la salud.
También el cierre de pozos artesanales donde las concentraciones de plomo superen el límite máximo permitido, y la inspección de posibles viviendas contaminadas.
La fábrica fue cerrada en septiembre de 2007 por no contar con permisos legales de funcionamiento, y la población afectada podría ascender a unas 35 mil personas.
Ese año, el Ministerio de Salud tomó la decisión tras una serie de actividades de presión pública del Movimiento sin Plomo, que exigió una investigación por negligencia en el manejo de los desechos tóxicos.
Fuente: Prensa Latina
