La obra causará la salinización del acuífero y con ello una pérdida irreparable de la franja más importante que almacena agua dulce en la zona de Los Cabos, perjudicando a este ecosistema y a la población cercana que tendrá que abastecerse de agua dulce de otras regiones.
Insistió en que diversos académicos tanto locales como internacionales han advertido del alto riesgo que esta obra representa para el estero. “Puerto Los Cabos (la empresa que desarrolla el proyecto) conoce perfectamente estos análisis, de hecho utilizó el estudio de factibilidad elaborado por la UABCS y ahora pretende afirmar que cuenta con un estudio que contradice aquella información. Puerto Los Cabos debe reubicar la marina a fin de evitar el impacto ecológico y el daño a la comunidad.
Apoyamos al turismo, pero es necesario que esta industria cumpla la ley y no destruya los ecosistemas”, dijo.
Ante la inminente construcción de la marina, activistas instalaron un campamento en el lugar para exigir a la empresa Puerto Los Cabos, al ayuntamiento de San José del Cabo y al gobierno de Baja California Sur que se detenga la construcción de la marina en esta zona de reserva ecológica.
El desarrollo turístico Puerto Los Cabos, con un costo de 80 millones de dólares y situado a cinco kilómetros del centro de la localidad de San José del Cabo, incluye una marina cuya apertura supondrá la contaminación con agua marina del acuífero.
“Exigimos al ayuntamiento de Los Cabos, al Congreso de BCS y a Eduardo Sánchez-Navarro, dueño de Grupo Questro, que reubiquen la marina en otro sitio más viable en términos ambientales. Si abren la dársena y la conectan con el mar las consecuencias serán catastróficas: afectarán a toda la región de Los Cabos y los daños ecológicos y materiales por esta negligencia serían incalculables”, dijo Alejandro Olivera, coordinador de la campaña de océanos de Greenpeace México.
Fuente: Teorema Ambiental
